Ésta será una de las
temáticas que se debatirá en el marco de la AO&G -
FIE 2005. Neuquén > «Creo
más que nunca que la AO&G - FIE 2005 se hace en un momento
justo para ayudar a trazar los nuevos objetivos estratégicos
sobre los cuales caminaremos en los próximos años»,
con estas palabras Walter Schmale, presidente del Instituto Argentino
del Petróleo y del Gas, advirtió cuál será
el debate principal de la próximo Oil & Gas que se realizará
en octubre en Buenos Aires.
Panorama
«La constante caída en el nivel de reservas que enfrenta
el país desde hace algunos años, sumada al importante
incremento en la demanda, especialmente del gas natural, están
marcando un muy evidente signo de madurez de los actuales yacimientos,
y poniendo en evidencia la necesidad de encarar de una vez por todas
la exploración en zonas de frontera», sostuvo Schmale.
En este sentido, destacó que «se trata de regiones de
alto riesgo geológico, hecho que está determinado fundamentalmente
por la falta de información que se posee respecto a ellas.
A diferencia de lo que sucede en las cuencas productivas, en las áreas
de frontera, la apuesta inversora por parte de las compañías
petroleras es mayor, no sólo porque deben comenzar desde un
desconocimiento casi total de la situación, sino también
debido a que en esos lugares suele no haber infraestructura adecuada.
Por lo tanto, sólo la posibilidad del hallazgo de volúmenes
importantes de hidrocarburos justificaría la realización
de fuertes inversiones en exploración».
«Las empresas que están operando actualmente en la Argentina
son grandes, y no la ven como la única alternativa para sus
inversiones, sino que consideran al mundo en su conjunto como ámbito
natural de sus negocios. El país tiene potencial exploratorio.
El tema pasa por establecer aquellas condiciones que lo conviertan
en un lugar atractivo a los ojos de quienes tienen la posibilidad
de invertir en otros lugares. Para alcanzar ese objetivo, se requiere
que las normas que regulan la actividad del sector se cumplan y se
respeten a lo largo del tiempo», explicó el directivo
del Instituto que agrupa a las mayores empresas energéticas
de la Argentina.
La minería es un buen ejemplo de ello: la ley de inversiones
mineras fue promulgada en 1993, y no sufrió alteraciones durante
los sucesivos gobiernos, e incluso durante el año 2001 se promulgó
una ley complementaria que la mejoró. De manera que una norma
creada durante una administración fue mejorada en la siguiente,
y reafirmada por el actual gobierno, favoreciendo la llegada de importantes
inversiones y constituyéndose de hecho en una política
de Estado.
Cuencas
El país cuenta con 24 cuencas sedimentarias, de las cuales
sólo 5 están actualmente en producción. Eso implica
que existe un potencial exploratorio interesante: tendríamos
que tener muy mala suerte para no encontrar nada en tan vasto territorio;
y eso resulta hasta improbable. Pero para explorarlas hay que hacer
importantes inversiones, y para ello resulta fundamental que las regulaciones
se mantengan inalterables en el tiempo.
Desde finales de la década del ’90, el horizonte de recursos
hidrocarburíferos en la Argentina comenzó a disminuir,
y también lo hizo el nivel de producción de petróleo
y hoy parecería que la producción de gas está
llegando a un techo. A eso se sumó la nueva realidad económica
que surgió tras la devaluación, pesificación
y congelamiento de las tarifas de los servicios públicos, a
principios de 2002, que impactó sobre la industria del gas
natural. Resulta claro que las reservas de gas natural están
cayendo, mientras que los requerimientos de la demanda están
en aumento.
«Los emprendimientos radicados en la Argentina no sólo
necesitan que haya energía suficiente sino que también
requieren la certeza de que durará por muchos años.
Si alguien estuviera pensando en instalar una industria, se fijaría
en primer lugar si tiene energía disponible para llevarlo a
cabo. De lo contrario, la iniciativa sería inviable»,
reflexionó Schmale. |