Por Daniel Alonso CMI Contenidos
Casi en silencio, y sin la repercusión mediática de
los cultivos tradicionales, la producción de arándanos
sigue aumentando en el país. El año pasado, los envíos
al exterior llegaron a 1.570 toneladas, por un valor de 16,3 millones
de dólares. Las cifras representan un aumento del 86 por ciento
en volumen, y del 121 por ciento en divisas, con respecto a 2003.
Si bien hay productores en distintos puntos (Tucumán, Santa
Fe, Córdoba, Entre Ríos), dos de los emprendimientos
más importantes están radicados en Isla Verde, una localidad
de casi 4.500 habitantes, en el departamento Marcos Juárez.
En la última campaña, partieron desde allí –previa
escala en Santa Fe– más de 2.500 kilos de arándanos,
cuyos destinos fueron Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña,
Francia y Japón.
Las “blueberries” son producidas por dos grupos asociados
a la Cooperativa Agropecuaria de Productores de Arándanos Centro
(Capac), que cuenta con una planta para empacar frutas frescas en
la localidad santafesina de Chabás.
Alternativa
“La elección del arándano se debió a que,
en 2000, la realidad del productor agropecuario era muy diferente
a la actual. Había que optar por un emprendimiento alternativo”,
expresó Alejandro Palena, integrante de “Arándanos
El Guardián”, una empresa que comparte con Nolberto Centanni,
Henry Migan, Raúl Bertolino y Fernando Lincon.
El grupo sembró la primera tanda en marzo de 2002. “Ahora
tenemos cinco hectáreas y media y 20 mil plantas”, agregó
Palena. En 2004, los productores cosecharon 2.500 kilos (el 60 por
ciento fue comercializado), y para este año esperan “levantar”
el doble.
A pocos kilómetros está el campo de “Finca Don
Felipe”, el emprendimiento que aglutina a Marcelo Maganini,
Roque Abadalo y Pablo Girolani, quienes trabajan ocho hectáreas,
con plantas de dos y tres años de producción.
“El año pasado cosechamos 900 kilos, pero para la actual
campaña esperamos una producción de seis mil kilos”,
anticipó Maganini. Semejante salto se debe a que en 2004 sólo
se recolectaron los frutos de cuatro hectáreas y media.
Costos
En sintonía con su condición de “sangre azul”,
los costos para producir arándanos no son para cualquiera,
y obligan a pensar en un negocio de mediano y largo plazo. La Cámara
Argentina de Productores de Arándanos y Otros Berries (Capab)
estima que la inversión inicial va de 15 mil a 40 mil dólares
por hectárea.
“Los costos son elevados. En nuestro caso, tuvimos que introducir
modificaciones en el suelo y estamos pensando en instalar un equipo
de ósmosis inversa para reducir la salinidad del agua de riego”,
indicó Palena.
En la zona de Isla Verde, el suelo es limo arcilloso, por lo que fue
necesario aumentar la presencia de materia orgánica. Primero
se aplicaron “camas de pollo”, y luego viruta de pino
para evitar la compactación, ya que la raíz del arándano
es superficial.
Para riego, en tanto, se buscó un pozo de poca profundidad
para evitar agua con alta salinidad. “Una de las falencias es
el asesoramiento técnico. Prácticamente somos conejitos
de Indias”, agregó Palena.
En el caso del grupo de Maganini, los “camellones” de
100 metros de largo (un metro de distancia por planta) también
usan “cama de pollo” y azufre, para lograr una superficie
esponjosa y corregir el grado de acidez. “La tierra se prepara
6 o 7 meses antes de plantar, y el plan de fertilización empieza
en agosto”, señaló Maganini.
El productor indicó que aplican sulfato de amonio, “hakaphos”
verde (complejo con nitrógeno, fósforo y potasio) y
sulfato de hierro, utilizando los canales de riego por goteo. Además,
el cultivo requiere equipos para protección de heladas y granizo.
Al respecto, Palena dijo que cuentan con un sistema de aspersión
(neblina que moja la planta por la noche, para congelarla y conservar
la flor y la fruta), mientras que en la “Finca Don Felipe”
trabajan con una turbina de viento.
Cosecha
Las bayas azuladas se cosechan desde fines de octubre y principios
de noviembre, durante 45 días. El proceso es manual y requiere
el trabajo de 10 a 15 personas por hectárea. El fruto se coloca
en bandejas de un kilo y medio. Luego se selecciona y empaca en cubetas
de 125 gramos cada una.
Esos recipientes van en cajas de 12 unidades y, tras un tratamiento
de brumorado de metilo (por la mosca del mediterráneo), parten
vía aérea hacia el exterior. La cosecha se produce en
contraestación con el hemisferio norte, lo que favorece la
inserción y el valor del producto.
“Hay un período ventana hasta fines de diciembre, cuando
el mercado comienza a saturarse por el ingreso de Chile”, explicó
Palena. Los precios cambian semana a semana, pero la caja de un kilo
y medio cotiza entre 30 y 35 dólares. En promedio, los productores
se quedan con un neto de 5 a 6 dólares por kilo.
Ambos emprendimientos no son aún rentables, y los valores que
hoy paga el mercado no pueden tomarse como fijos. En la última
campaña, la Capac exportó 29 mil kilos de arándanos
(casi 13 mil kilos más que en 2003/04), y se estima que, para
el actual ciclo, la entidad enviará entre 40 y 50 toneladas
al exterior. “Las bodegas de los aviones ya están quedando
chicas”, concluyó Maganini.
Sangre azul
Producción.
En el país hay 1.600 hectáreas en producción,
repartidas entre Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba,
San Luis, Tucumán y provincias patagónicas.
Mercados.
En el mundo se producen 500 mil toneladas de arándanos. Estados
Unidos es el principal exportador. Le siguen Canadá, Chile,
Argentina y Nueva Zelanda.
Exportación.
El país cuenta con la ventaja de la contraestación.
En esta campaña se proyectan envíos por 3.000 toneladas.
La Capac, en tanto, planea pasar de 29 mil a casi 50 mil kilos de
exportación.
Costos.
Es un cultivo intensivo que requiere una inversión
inicial de 15.000 a 40.000 dólares por hectárea. Necesita
atención permanente por malezas, insectos y heladas.
Precios.
El valor de exportación es variable y cambia semanalmente,
pero va de 14 a 28 dólares por kilo.
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