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Muchos auguran un aumento considerable
de las cotizaciones, otros confían en que la tecnología
solucionará todo. Neuquén>
Los precios del petróleo bajaron se han ubicado en las últimas
semanas pode debajo de los 60 dólares, después de haber
batido varios records, por la percepción de que las reservas
estaban transitoriamente más altas.
Pero la pregunta central tiene que ver más con el largo plazo.
Se refiere a la caída ineluctable de las reservas petroleras,
que en el futuro influirá en la suba de los precios.
Por cierto, todavía se está lejos de la escasez. Con
85 millones de barriles por día, nunca el mundo bombeó
tanto oro negro. Al ritmo actual, se producirán 121 millones
de barriles en el 2030, de los cuales «la mayor parte provendrá
de capacidades que habrá que establecer», estima la Agencia
internacional de la energía (AIE).
El tradicional optimismo de la AIE, que defiende los intereses de
los países consumidores de la OCDE, comienza, sin embargo,
a mermar, como lo demuestran sus invocaciones a un ahorro energético.
Los responsables de las grandes empresas petroleras comparten esa
inquietud.
«En el sistema petrolero mundial, prácticamente no hay
capacidad de reserva. Eso significa que el sistema en su conjunto
no está a salvo de una conmoción, por el momento»
previno recientemente el CEO de Shell, Jeroen van der Veer.
Pregunta
Un siglo y medio tras la extracción del primer barril estadounidense
(1859), la pregunta no es «si» sino «cuando»
acontecerá el «momento pico», cuando la mitad de
las reservas comprobadas ya se haya consumido y en el que se producirá
un declive.
En Total, se calcula que eso sucederá hacia el 2025, mientras
que la AIE lo alarga a después del 2030. «A partir del
2006», pronostica el geólogo Colin Campbell, ex ejecutivo
de BP; más bien en el 2015, corrige su colega Jean Laherrère,
ex de Total.
Todo dependerá del ritmo del consumo y de la rapidez con la
que las nuevas reservas vayan a explotarse. La estimación del
fenómeno es más difícil en la medida en que los
países productores no han dejado de subir los valores. El último
ejemplo: Arabia Saudita, que anunció que disponía de
200.000 millones de barriles más que sus 270.000 millones de
reservas oficiales.
Esos anuncios no tienen «relación con los escasos descubrimientos
realizados», estima Jean-Luc Wingert, autor de La vida después
del petróleo. Recuerda que los diez mayores yacimientos mundiales
fueron descubiertos entre 1927 (Kirkouk, en Irak) y 1976 (Cantarell,
México).
Optimismo
Si bien nadie cree en un nuevo El Dorado surgido de Medio Oriente,
los países productores, las empresas y los economistas, son,
en general, más optimistas que los geólogos de la ASPO.
«Por prudencia, jamás se anuncian reservas óptimas
luego de un descubrimiento» explica Yves Mathieu, líder
del proyecto del Instituto francés del petróleo (IFP).
De hecho, se produce de 20% a 40% más que lo anunciado inicialmente.
Es lo que ocurre, por ejemplo, en Kazakhstan, donde el potencial del
yacimiento de Kashagan fue reevaluado, de 7.000 millones en 13.000
millones de barriles.
Hace años, Exxon Mobil, Shell, BP o Total se preocupan por
renovar sus reservas. Esas grandes empresas no dejan de mejorar el
índice de recuperación del oro negro: del 35% de un
yacimiento, en promedio, podría pasar a 50% en quince años,
según el IFP.
Adelantos
«El conocimiento del subsuelo y las perforaciones han hecho
enormes avances», señala Jacqueline Lecourtier, directora
científica del IFP. A esto se agrega la optimización
de la producción, que permite seguir en tiempo real el frente
de los hidrocarburos. A los 10.000 millones de barriles comprobados
podrían sumarse otros tantos por descubrir, según numerosas
fuentes.
Los propios geólogos de la ASPO ¿no subestiman un poco
el potencial de los nuevos recursos hasta ahora considerados inexplotables
o poco rentables, pero que lo serán con un barril que cueste
60 dólares: crudos extra pesados, perforaciones offshore ultra
profundas, yacimientos terrestres de gran profundidad?
Sólo los crudos extra pesados equivaldrían a 40.000
millones de barriles. Ventaja de todos esos yacimientos no convencionales:
se sitúan, en su mayoría, en países fuera de
Medio Oriente. Esa segunda vida del petróleo implicará
grandes inversiones, que la AIE calculó en «105.000 millones
de dólares por año, de los cuales 70% vienen de la exploración-producción,
de aquí al 2030». Los más optimistas aseguran
que un precio sostenidamente alto del petróleo hará
rentables esas inversiones, impulsará el desarrollo de recursos
alternativos e implicará, finalmente, un declive progresivo
de la producción.
Bajaría el petróleo en el 2006
Reuters > Según la opinión de diversos
analistas, los precios del crudo que cotiza en Estados Unidos bajarán
4 dólares en 2006, para promediar los 48,02 dólares
por barril.
Las últimas previsiones de una encuesta realizada por la agencia
a 30 analistas reflejaron una revisión de las estimaciones
de parte de algunos consultados como Barclays Capital, Daiwa y la
Administración de Información Energética de Estados
Unidos (EIA por sus siglas en inglés).
La EIA tiene el pronóstico más alto para 2006 en 57,50
dólares el barril, seguida por Barclays Capital a 55,30 dólares.
La previsión media para el crudo estadounidense en 2005 es
de 52,30 dólares el barril, mayor que el promedio de 41,47
dólares registrado en 2004. |
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