Por eso no hubo mayores inconvenientes
energéticos, pese a que hay problemas con el abastecimiento de
gas desde Bolivia y de fuel oil de Venezuela. Neuquén
> Un par de meses atrás el consultor Daniel Montamat
decía que habría que rezar para que las precipitaciones
atenuaran los efectos de la crisis energética. El vaticinio
finalmente se cumplió y, cuando el país comenzó
a tener los picos de consumo en el mes pasado, fue el sector de generación
hidráulica el que evitó mayores inconvenientes en materia
energética.
En efecto, la producción de las centrales del Comahue, sumado
a Yacyretá y Salto Grande, creció exponencialmente durante
junio y logró que sólo haya restricciones menores de
energía en el país.
La generación se disparó durante la ola de frío
de junio, por eso las centrales del Comahue produjeron en conjunto
1484 GW/h, lo que implica un crecimiento del 39% con respecto a los
1067 GW/H generados en el mismo mes de 2004 y de 125% con respecto
a los 659 GW/h de mayo de este año, de acuerdo con el informe
mensual que realiza Cammesa, la administradora del Mercado Eléctrico
Mayorista.
Salto Grande
Más impresionante fue el crecimiento de la producción
de Salto Grande, que fue en junio fue un 332% superior a la del mismo
mes del año pasado.
Algo similar sucedió en el Sistema Patagónico, ya que
el aporte registrado en el Embalse Futaleufú fue superior en
un 35.0% al medio de la serie hidrológica para el mes de junio.
Para el Embalse Florentino Ameghino, el aporte fue un 39.8% superior
al medio de la serie hidrológica del mes.
La estadística general muestra que el sistema hidráulico
completo generó en junio de 2005 un 33% más que el mismo
mes del año pasado y un 34% más que en mayo del corriente
año.
“En julio el aporte de Yacyretá y de Salto Grande bajó
un poco, pero el del Comahue está muy cerca de sus máximos,
por eso el sector hidráulico continúa dando una buena
mano al país en materia energética”, explicaron
desde la AIC.
Importación
La crisis boliviana provocó que la importación de gas
de ese país (iba a ser de más de millones de metros
cúbicos) se cortará totalmente. Esta situación,
que recién se solucionó esta semana, creó una
incertidumbre ya que se contaba con este fluido para subsanar los
problemas energéticos.
También hubo inconvenientes con Venezuela en la provisión
de fuel oil debido a la falta de pago de la Argentina de los envíos
del año pasado.
Cuando las malas noticias pintaban un panorama complicado en materia
energética, las precipitaciones se hicieron presente y la hidraulicidad
pasó a ser la rueda de auxilio del sistema.
Más cálido
“La demanda de energía del mes de Junio/05 tuvo un crecimiento
del 6.6 % respecto al mismo mes del año anterior. La temperatura
media fue de 14.3 °C, en Junio del año anterior fue 13.4
ºC, y la histórica del mes es de 11.5 º C. La demanda
año móvil acumulado ha aumentado el 4.3 %”, explica
el informe mensual de Cammesa.
De estos datos se desprende que el aumento de la temperatura promedio,
pese a que hubo una ola de frío a principios de mes, también
influyó positivamente para que no se generaran mayores problemas
energéticos.
El informe también destaca que “CTMSG (Salto Grande)
operó con aportes hidráulicos muy superiores a los históricos,
en tanto que en Yacyretá también fueron superiores a
los valores históricos del mes. En la cuenca del Comahue, los
caudales de todos los ríos se mantuvieron superiores a los
históricos”.
Bolivia reanuda venta de gas
Bolivia
y Argentina tienen suscritos contratos para la provisión diaria
de hasta 7,2 millones de metros cúbicos de gas.
Neuquén > Bolivia reanudó la exportación
de gas a Argentina después de que campesinos del departamento
de Santa Cruz permitieran reabrir la válvula central de un
gasoducto que habían cerrado el jueves pasado
La Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH) confirmó
a EFE que, tras un acuerdo entre los agricultores y la Prefectura
(Gobernación) cruceña, se restituyó el envío
al mercado argentino de los 4,3 millones de metros cúbicos
diarios de gas que constituyen su demanda actual del hidrocarburo
boliviano.
La exportación se redujo hace dos días a 2,9 millones
de metros cúbicos diarios por el cierre de la válvula
de un gasoducto de la empresa Transredes, que conecta los campos del
centro del país con un sistema de distribución de Santa
Cruz, lo que afectó el fluido del gas hacia el Sur.
Protesta
La protesta tuvo lugar cerca de la población de Santa Rosa
del Sara, situada a unos 100 kilómetros al Norte de la ciudad
de Santa Cruz, en una zona donde operan las empresas filiales de la
hispano argentina Repsol-YPF y British Petroleum.
Según el portavoz de la CBH, Carlos Alberto López, las
pérdidas ocasionadas por la medida de fuerza se calculan en
235.000 dólares.
La Prefectura logró que los campesinos acepten una pausa en
la protesta hasta el 1 de agosto próximo, para responder a
las demandas de una reposición de funciones de la Superintendencia
Forestal en la zona y el aumento de capas de asfalto en una carretera
regional.
Imagen
El representante de la Cámara de Hidrocarburos remarcó
que estas acciones «dañan la imagen de Bolivia»,
cuando pretende reinsertarse en el proceso de integración regional
conocido como el «anillo» energético que impulsan
varios países del Cono Sur.
Para hablar esos asuntos el ministro de Hidrocarburos, Jaime Dunn,
celebrará reuniones el próximo miércoles en Santa
Cruz con el ministro argentino de Planificación Federal, Julio
De Vido, y el viernes en Tarija con autoridades de Paraguay.
Bolivia y Argentina tienen suscritos contratos para la provisión
diaria de hasta 7,2 millones de metros cúbicos de gas mientras
que Paraguay busca una negociación para comprar el combustible.
Confirman venta
Edenor
ya es oficialmente del Grupo Dolphin, que le pagó 100 millones
de
dólares a EDF.
El directorio de Electricité de France (EDF) le comunicó
a las autoridades de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires la operación
de venta de sus acciones en la empresa Edenor al grupo argentino Dolphin,
transacción que se pactó en unos 100 millones de dólares.
«Ratificamos la transferencia a Dolphin Energía de las
acciones representativas del 100 por ciento del capital total y derechos
de voto de EASA (Edenor), tenedor de 424.121.202 acciones ordinarias
no endosables Clase A de un peso de valor nominal y un voto cada una»,
explicó EDF en la nota a la entidad bursátil.
La decisión de vender Edenor había sido adoptada por
Electricité de France (EDF) durante la reu-nión que
el directorio de la empresa había desarrollada en París
el 29 de junio pasado.
De todos modos, la operación de compra debe ser elevada aún
a la aprobación definitiva del Gobierno argentino, a través
de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia.
Directorio
Concluidos los requerimientos formales, asumirá la presidencia
de Edenor, Alejandro Macfarlane -ex director de Repsol-YPF-, y se
incorporarían al directorio, Marcelo Mindlin, Gustavo Mariani,
Damián Mindlin y Rogelio Pagano, entre otros ejecutivos.
Edenor se transforma así en otra empresa de servicios públicos
de nivel nacional que pasa a manos de una compañía de
capitales locales, luego de que Telecom fuera adquirida por el Grupo
Werthein; y el propio Grupo Dolphin comprara Transener.
La empresa
Edenor distribuye electricidad en un área de 4.600
kilómetros cuadrados en la que se incluyen la zona Norte de
la Capital Federal y 20 partidos del Norte y Oeste del Gran Buenos
Aires, donde habitan 7 millones de personas, aproximadamente el 20
por ciento de la población total del país.
La empresa, surgida en 1992, tras la privatización de Segba,
cuenta con 2,3 millones de clientes, lleva invertidos a la fecha más
de 1.400 millones de pesos, y le da trabajo en forma directa a 2.450
empleados e indirectamente a más de 5.000.
La energía ahora es parte del
problema económico
Por DANIEL
GUSTAVO MONTAMAT
Por primera vez en muchos años, en el 2004 la energía
volvió a ser parte del problema económico argentino.
Hubo una emergencia con epicentro en el gas natural, primero por problemas
de inyección, y, en el invierno, por restricciones de transporte,
que alteró compromisos de exportación e impuso la necesidad
de importar a las apuradas con alto costo fiscal. Seguimos dependiendo
de la bondad climática para que la situación no empeore
este año, con el riesgo de que crecientes problemas de abastecimiento
eléctrico localizados compliquen los buenos augurios asociados
a la marcha de la economía.
Como la economía creció de nuevo más de un 8
por ciento en el 2004, nadie recuerda que en el segundo trimestre
del año pasado la crisis energética frenó su
expansión e impuso medidas de emergencia, algunas de alto costo
político (cortes a Chile) y fiscal (importación de fuel,
de gas y de electricidad).
Terminamos el año con una producción de gas y electricidad
en crecimiento respecto al año anterior, y una producción
de petróleo que sigue en declinación. Si los pronósticos
de crecimiento para el 2005 se cumplen (entre 5 y el 7 por ciento),
lo que es deseable y necesario, la presión sobre la producción
y oferta energética va a deparar nuevas sorpresas.
Reservas
Las reservas de petróleo llegaron al máximo de unos
488,28 MMm3 en 1999 y los datos correspondientes al año 2003
las ubican en los 425,21 MMm3, lo que significa una reducción
del 12,9% respecto a 1999. La productividad por pozo que venía
creciendo desde 1990, se estancó a partir de 1995 en menos
de 10 m3/día - pozo, cayendo a partir de 1999 y registrando
algo más de 7 m3/día - pozo en 2003. En conclusión,
disminuyen las reservas y la productividad por pozo, signo evidente
de una creciente madurez de los yacimientos y falta de incorporación
de petróleo nuevo. Según los datos del año 2003
las reservas de gas cayeron hasta 612,5 mil MMm3, o sea un 21,2% menor
al año 2000, lo que significa 12 años a los niveles
de producción actual. En el 2004 esa tendencia declinante se
ha profundizado. También declinan por obsoletas y por falta
de capacidad de transporte muchas unidades de generación eléctrica,
mientras no se instalan nuevas plantas. De los 23.000 MW de potencia
instalada nominal, sólo están disponibles 18.000 MW.
Inversiones
La única forma de revertir este cuadro es con nuevas inversiones.
Pero hoy el sector ofrece el peor de los mundos a las inversiones.
Ya no funcionan los mercados energéticos, pero tampoco hay
un plan central. La inversión privada es forzada y la inversión
pública se demora. Los recursos energéticos ya no se
asignan por señales de precios pero la intervención
pública sólo tapa agujeros. Direcciona cortes y flujos
de gas según las urgencias; compra y distribuye fuel a usinas
que paga caro; crea fondos fiduciarios por doquier que nadie fondea,
y administra los precios de los combustibles del mercado doméstico
con retenciones diferenciadas sobre crudo y productos que pueden derivar
en problemas de abastecimiento.
Hay un sendero de recomposición de precios del gas de cumplimiento
dudoso, y un sendero de precios mayorista eléctricos todavía
en discusión. Los contratos y las tarifas con los segmentos
regulados están pendientes y no hay nueva Ley de Hidrocarburos.
Como consecuencia, las inversiones anunciadas con la intervención
pública tienen ejecución demorada (ampliación
del gasoducto Norte y Sur), y nadie sabe a ciencia cierta cuándo
se terminará la ampliación de la cota de Yacyretá,
se concluirá Atucha II o se construirá una nueva central
térmica.
Estrategia
Sin estrategia, se discute desde la necesidad de corto plazo con Bolivia;
y el nuevo gasoducto troncal que tenía que empezar a operar
en el 2006, ya no se sabe si podrá hacerlo en el 2007. Eso
sí, está Enarsa, omnipotente en los papeles, pero incapaz
en los hechos. Con dificultades financieras y con áreas off
shore que no despiertan mayor interés.
No será fácil que la energía vuelva a estar del
lado de la solución. La energía es rehén de objetivos
políticos de corto plazo y el Gobierno ha ganado hasta ahora
la batalla mediática con la sociedad: las empresas son las
malas de la película. Tal vez el proceso de prueba y error
que establece ciertos límites a los desvaríos de las
políticas públicas, impida que la sangre llegue al río.
Cuando ello suceda, el tema energético aparecerá como
uno de los capítulos fundamentales de una estrategia de desarrollo
económico y social para la Argentina.
En la agenda energética volverá a aparecer la prioridad
estratégica de la integración regional, la impronta
de una fuerte apuesta exploratoria que abreve en el régimen
minero, y la recomposición de reglas y de precios que reviertan
el actual proceso de desinversión, con el Estado fijando objetivos,
promoviendo competencia y regulando eficientemente.
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