Brasilia (AFP-NA y dpa) > El
presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, no podrá
contar con la totalidad del Partido del Movimiento Democrático
Brasileño (PMDB) en su base de apoyo político, debido
a la fuerte división en el seno de la formación, según
declaró su presidente, Michel Temer.
Con la negativa del PMDB (de centro) para integrar un gobierno de coalición,
se agrava la crisis política que transita el gobierno de Lula
tras las denuncias de sobornos e irregularidades administrativas.
«El presidente (Lula) fue muy leal conmigo cuando me dijo la semana
pasada que quería contar con el PMDB unido, y yo le voy a decir,
también por deber de lealtad, que eso no es posible», declaró
Temer a la prensa. La bancada del PMDB en la Cámara de Diputados
«se dividió» sobre ese tema, añadió.
Ayer, los diputados del PMDB se pronunciaron mayoritariamente por la
tarde a favor de contribuir a asegurar la gobernabilidad del país,
pero sin aceptar nuevos cargos, refirieron fuentes de esa fuerza.
Ministerios, en juego
El PMDB tiene actualmente dos ministerios (Comunicaciones
y Previsión Social), y Lula le ofreció otros dos a cambio
de un apoyo que le permita formar un eje de gobierno con el oficialista
Partido de los Trabajadores (PT, izquierda).
Lula estudia una reforma ministerial para reactivar a su gobierno
después de varios reveses sufridos por el PT en el Congreso
y de las acusaciones de corrupción que provocaron la peor crisis
política de sus dos años y medio de gestión,
con la renuncia del jefe de gabinete José Dirceu hace dos semanas.
El PMDB tiene la segunda bancada en la Cámara de Diputados
(85 escaños sobre 513) y la primera en el Senado (23 escaños
sobre 81).
Rechazos
En la compleja estructura del PMDB, los senadores se manifestaron
a favor de un pacto para un gobierno de coalición, pero los
diputados y los siete gobernadores de esa fuerza lo rechazaron. Algunos
gobernadores propusieron incluso abandonar los ministerios que ahora
ocupa el partido, pero la idea fue rechazada. «No queremos agravar
la crisis ni empeorar la situación», explicó un
colaborador de Temer.
El líder del gobierno en el Senado, Aloizio Mercadante, del
PT, aún no se resignó a abandonar la idea. «Seguimos
dispuestos al diálogo y dispuestos a un pacto de gobernabilidad»,
afirmó.
Por otra parte, el presidente del PT, José Genoino, negó
ayer ante el Congreso la existencia de un sistema de corrupción
para pagar sobornos a diputados. Lo hizo al responder ante la fiscalía
interna de la Cámara Baja las acusaciones del diputado Roberto
Jefferson, quien denunció que el oficialista PT pagaba sobornos
a legisladores a cambio de apoyo al gobierno.
Brasil vive desde mediados de mayo al ritmo de escándalos que
empezaron con denuncias de sobornos en entidades estatales. |