El técnico argentino, Francisco
Ferraro, aún no decidió quienes reemplazarán a
los suspendidos Gustavo Cabral y Neri Cardozo. Utracht
(Holanda) > La felicitación que desde Italia le
hizo llegar Diego Maradona al plantel argentino a través de
una comunicación telefónica con el capitán, Pablo
Zabaleta, conmovió al grupo de jugadores que disputará
mañana la final del campeonato mundial Sub-20 ante Nigeria.
«Diego es lo más grande que hay. Al principio no podía
creer que fuera él quien me hablaba por teléfono. La
sorpresa fue tan grande que apenas atiné a decirle gracias»,
comentó Zabaleta, autor del gol del triunfo argentino de la
víspera que determinó el sobre Brasil y el consecuente
pase a la final del certamen.
«Pero viejo, dejen de hacerme sufrir. ¿Qué quieren,
que me pase algo? La verdad que los felicito, porque así se
defiende la camiseta argentina. Son unas fieras», contó
Zabaleta que le dijo Maradona a través de un teléfono
celular desde Nápoles, donde el astro está presentado
una clínica de fútbol para chicos que conduce su ex
compañero en el equipo napolitano, Salvatore Bagni.
En gesto que lo cracteriza, Maradona también quiso saludar
al delantero Gustavo Oberman, de Argentinos Juniors, porque cuando
visitó el estadio del club que lleva su nombre, en ocasión
del partido con Olimpo, el jugador de los ‘bichitos’ manifestó
haberse quedado con las ganas de conocer personalmente a su ídolo.
Pensando en Nigeria
La jornada posterior al celebrado triunfo sobre Brasil transcurrió
en placentera calma para el equipo dirigido por Francisco Ferraro,
con nula actividad física y una revisión a cargo del
médico de la delegación, Daniel Martínez.
El resultado de esta tarea del facultativo fue absolutamente positiva,
ya que el equipo no sufre lesionados, por lo que solamente tendrá
dos bajas por suspensiones para la final del sábado a las 15
ante Nigeria.
Dos afuera
Los suspendidos son el zaguero racinguista Gustavo Cabral y el volante
boquense Neri Cardozo, quienes ante Brasil recibieron sus segundas
tarjetas amarillas.
Luego de la abultada derrota sufrida ayer por el seleccionado mayor
en la final de la Copa de las Confederaciones, en Alemania, por 4-1,
precisamente frente a Brasil, los chicos parecieron cargarse de responsabilidad
de cara a la definición del mundial.
Y en eso empezó a trabajar inmediatamente Ferraro, quien trató
de bajar los decibeles eufóricos del grupo y ya lo comenzó
a mentalizar del juego con el potente equipo africano, que el martes
barrió por 3-0 a Marruecos en la semifinal.
En cuanto a la figura del equipo, Lionel Messi, ayer acaparó
toda la atención de la televisión holandesa, que lo
presentó repetidamente como «la nueva estrella del fútbol
mundial que nace en el país». Nada más y nada
menos.
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