Al equipo millonario, la única
opción que le queda para participar de la edición 2006
es ganar el domingo en el Torneo Clausura.
Buenos Aires > De antemano la cosa, para River
venía difícil, pero no imposible. Pero la ansiedad de
sus jugadores se los devoró con el correr del tiempo y no pudo
dar vuelta el 0-2 sufrido en Brasil. Ayer, el San Pablo se le plantó
con el pecho inflado y lo venció 3 a 2 en el Monuemntal para
jugar la final de la Copa y dejar afuera a los argentinos.
Como era de prever, River salió con todo en busca del arco
de San pablo, con el objetivo de abrir rápido el marcador,
para que no se le escape el tiempo.
Así, con las buenas proyecciones de Zapata, por izquierda,
y de Luis González, por derecha, el dueño de casa se
fue arrimando, aunque sin demasiada profundidad, ya que a Marcelo
Gallardo le costó acoplarse a sus compañeros, lo que
derivó en que a los delanteros no les llegase la pelota limpia.
Por su parte, San Pablo esperaba ordenado atrás, a la espera
de meter una contra, aprovechando la velocidad de Alex, quien más
de una vez se le escapó a Federico Domínguez.
Y a los diez minutos, en una de esas contras, Souza eludió
a Diogo, quedó mano a mano con Costanzo, pero ganó el
arquero millonario, quien desvió la pelota al córner.
Del mismo, llegó el cabezazo de Danilo para callar al Monumental.
Gol de San pablo y a River se le oscureció el panorama.
Así afrontó lo que quedaba de la primera etapa, intentando
la heroica, pero siempre se topó con sus propios nervios y
con la bien parada defensa brasileña. A los 24 minutos entró
Montenegro por Domínguez, con la intención de darle
más volúmen de juego a River, que no supo como encontrar
el hueco para perforar el fondo de San Pablo.
Ese ir para adelante de River dejaba agujeros atrás, que siempre
fueron bien aprovechados por los volantes y delanteros del San Pablo,
como a los 32 minutos, cuando Alez fusiló a Costanzo, pero
nuevamente el arquero salvó.
Una luz
Cuando iban 35 minutos, la esperanza volvió al cuerpo de los
miles de hinchas que colmaron el Monumental. centra de Zapata y apareció
Farías para poner el 1 a 1. Ahí se levantó River
y casi mete el segundo, luego de que un remate de Gallardo doblara
el travesaño a los 39. Los seis minutos restantes mostraron
un alivión de River, que no pudo aumentar, ya que el final
de esa primera etapa se devoró sus intenciones.
Hizo todo, pero..
En el segundo tiempo, el equipo de Astrada fue una tromba. En los
primeros cinco minutos, con la manija de Gallardo y el empuje de Ameli,
que a esa altura jugaba de volante, el Millo bombardeó a San
Pablo, que se defendió como pudo.
Pero los huecos en el fondo millonario se agrandaban cada vez más.
Y a los 13 minutos, una contra de Junior, que definió Amoroso,
puso el 2 a 1 y así terminar con los sueños de River
de llegar a la final. Y lo rubricó a los 35 con el tercero,
convertido por Fabao. El gol de Salas sólo rivió para
las estadísticas.
De ahí en más todo finalizó para el Millonario,
que, con el correr de los minutos crecía en nervios y veía
como se le escapaba la chance de conquistar la Copa.
Una despedida silenciosa
Una vez consumada la eliminación, los jugadores millonarios
se juntaron en el medio del campo, saludaron a su gente y se fueron,
sin formular declaraciones, a descargar su bronca en un vestuario
que esperaba ilusionado otro final.
Del otro lado, la felicidad incontenible del plantel de San Pablo,
encabezados por su sensacional arquero Rogerio, quien apenas terminó
el encuentro fue a buscar al Coco Ameli (ex compañero en el
conjunto paulista) para estrecharlo en sentido abrazo. “Es algo
especial jugar en Buenos Aires. Fue un partido muy especial, porque
sabíamos que enfrentábamos a un buen equipo, con un
buen toque de pelota, pero nos vamos a Brasil contentos y a preparar
la final”, dijo el guardavalla.
En tanto, el uruguayo Diego Lugano, destacó: “La verdad
es que demostramos un buen juego y ganamos con justeza en la cancha.
Este equipo quizás no tiene juego bonito, pero tiene mucha
personalidad y jugadores que meten mucho. No creo que haya sido una
final anticipada, hay que respetar a todos los adversarios.”
Copa Libertadores
Lo mismo que en Brasil
Igual a como había sido recibido River en San Pablo,
ayer simpatizantes del Millo apedrearon el micro de los brasileños.
El omnibús que trasladaba a la delegación brasileña
fue atacado a pocos metros de llegar al Monumental. Hubo un detenido.
Buenos Aires > Hinchas de River atacaron ayer
a la noche con objetos contundentes un micro de la delegación
de San Pablo a escasos metros del estadio Monumental de Núñez,
cuando restaba más de una hora y media para el inicio del partido
por la Copa Libertadores de América.
Producto de la agresión, unas cuatro ventanillas sufrieron
roturas y al menos un simpatizante riverplatense fue detenido por
efectivos de la Policía Federal.
De todos modos, según testigos fueron varios los hinchas que
arrojaron objetos contundentes cuando el micro estaba a punto de ingresar
al estadio.
Pese a que los dos micros que trasladaron a la delegación de
San Pablo desde un lujoso hotel de Puerto Madero hasta la cancha de
River estaban custodiados por policías, hinchas millonarios
lograron su cometido de apedrearlos en cercanías del Monumental,
pasadas las 20.
¿La Policía?
Cuando los vehículos llegaban al estadio se armó
un cordón de seguridad para que ingresaran al estacionamiento
sin problemas, pero varios simpatizantes arrojaron objetos contundentes
contra las ventanillas -que tenía las cortinas cerradas de
par en par- y produjeron roturas.
De esta manera, los hinchas riverplatenses buscaron vengarse de la
agresión que sufrió la delegación «millonaria»
el pasado miércoles en las inmediaciones del estadio Morumbí
de San Pablo, donde el equipo de Núñez se disputó
el partido de ida por las semifinales del certamen copero.
En aquella ocasión, los dos micros de River fueron atacados
con piedras, latas de cerveza y otros objetos, por fanáticos
del club brasileños.
La revancha Chivas-Paranaense
La Chivas de Guadalajara recibirán hoy Atlético Paranaense
por el partido revancha de la otra semifinal de la Copa Libertadores,
con el deber de revertir el 0-3 que sufrió en Curitiba para
clasificarse a las finales del certamen.
Las ‘Chivas’ tendrán que vencer por 4 goles de
diferencia como mínimo para acceder directamente a los encuentros
decisivos, mientras que a Atlético Paranaense le bastará
con perder por 3 tantos de ventaja, pero marcando goles.
El partido se disputará desde las 22 de Argentina en el estadio
Jalisco.
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