Roma (dpa) > El papa Benedicto
XVI realizó ayer una bendición nada habitual: por teléfono
móvil.
El inusual hecho tuvo lugar cuando, tras la bendición tradicional
en la Plaza de San Pedro, Joseph Ratzinger decidió darse un baño
de multitudes, según la prensa italiana. Al saludar a un grupo
de discapacitados, un hombre en silla de ruedas aprovechó para
entregarle un celular y pedirle que hablara con una monja gravemente
enferma que estaba al otro lado de la línea, cosa que el Papa
hizo, tras un breve titubeo.
Posteriormente Benedicto XVI saludó a un grupo de bomberos, quienes
le regalaron un casco totalmente nuevo que el jefe de la Iglesia católica
se puso de inmediato, para alegría de los presentes.