Largo (EEUU) (dpa) > El
cerebro de la paciente en coma estadounidense Terri Schiavo, que murió
13 días después de que fuera suspendida su alimentación
mediante un fallo judicial, estaba tan gravemente dañado que
ningún tratamiento hubiera mejorado su condición, según
el informe de la autopsia dado a conocer ayer.
Además, el informe de los forenses divulgado en Largo, en el
estado norteamericano de Florida, unos dos meses y medio después
de la muerte de la paciente, afirma que no hay signo alguno de que su
marido, Michael Schiavo, la haya maltratado.
El caso Schiavo desató un amplio debate no sólo en Estados
Unidos, sino también en el resto del mundo, sobre el derecho
a morir y la eutanasia.
Terri Schiavo entró en coma en 1990 tras un colapso repentino
y desde ese entonces era alimentada mediante una sonda. A mediados de
marzo de este ano, su marido logró, tras largos anos de enfrentamiento
con los padres de Terri, Bob y Mary Schindler, que fuera suspendida
la alimentación de la paciente, que murió el 31 de marzo,
a los 41 años.