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Heredero del amor por la verdad, descendiente
del pionero Abel, relata detalles de la historia familiar.
“En las postrimerías del siglo XIX -comienza Chaneton
el relato- se radica en Chos Malal. Su labor específicamente
periodística empieza en 1908 con la fundación del diario
“Neuquén” en la capital. Chaneton nunca fue Jefe
de Policía –aclara Juan Carlos- ejerció cargos
diversos. Había nacido en la provincia de Córdoba, en
la localidad de San Pedro. Llegó a la Patagonia por la necesidad
de trabajar. Y aquí desarrolla tempranamente su vocación
por el periodismo, es por eso que funda el periódico “Neuquén”.
Un aspecto más
“El aspecto periodístico de la vida de Cháneton
es sólo uno de los tantos que tuvo en su vida. El otro es el
aspecto de hombre público. Cháneton es intendente municipal
durante dos períodos, de 1911 a 1913 es el último período
que completa como presidente del Consejo Vecinal. En estos dos planos
él desarrolla su actividad en Neuquén y en estos dos
planos la sociedad lo reivindica sin retaceos como funcionario al
servicio de la Comuna después de la labor realizada. Y también
lo reivindica como periodista hasta que ocurre la masacre de “Zainuco”
y es ahí donde se dividen las aguas.
Pero hasta ese momento Abel Chaneton era de la “parte principal”
del vecindario, por así decir, junto a otros funcionarios públicos
que había aquí en el territorio como Eduardo Elordi
en primer lugar, el gobernador. Eduardo Talero, el Jefe de Policía.
El juego de las eficiencias
“Zainuco” es un partidor de aguas –ejemplifica Juan
Carlos-. Porque en “Zainuco” se juega no sólo la
eficiencia administrativa sino que se juegan los valores y los principios
éticos y la posibilidad de los funcionarios de ser fieles,
o no, con la escala de valores –continúa Juan Carlos
Cháneton-.
Yo creo que Cháneton puede ser fiel a esa escala de valores.
Algunos otros no, como principalmente Elordi que es el asesino intelectual
de “Zainuco”. Elordi es el que organiza la matanza de
los presos evadidos en la cordillera. Es el que le da la orden a Staub
de masacrar a los evadidos y es el que finalmente da la orden de matar
a Cháneton, que es el que venía denunciando la masacre
y que venía denunciando la participación del propio
Elordi como actor intelectual de esa masacre. “El bar “La
Alegría” es el lugar físico donde se consuma el
crimen. El grupo de tareas que había mandado constituir Elordi,
liderado por Palacios, Bunster y Luna, ataca a Cháneton cuando
éste está ingresando en el bar; por sorpresa, se produce
un tiroteo en consecuencia del cual Chaneton muere. Esto está
todo en mi libro “Zainuco”. Esto me lo contó mi
padre, me lo contó mi abuela y me lo contaron los documentos.
Mi abuelo tuvo varios hijos, Juan Carlos, Ñata (la única
mujer), Alberto (mi padre), Eduardo y Julio César.
Recuerdo a mi abuela, Amalia Gómez Salazar, casada en segundas
nupcias con Abel ya que su primera esposa fue Avelina Garrido con
la que tuvo dos hijos: Milton y Alejandro.
Me acuerdo de Milton, iba a mi casa, la iba a ver a mi abuela, nos
iba a ver a nosotros –memora Juan Carlos-.
“Nyc”
Nacido y criado en Neuquén, concurrió a la Escuela Nº
2 y cursó el secundario en el Colegio San Martín. Luego
partió a Buenos Aires “donde moriré y me enterrarán”–sentencia
Juan Carlos-.
“Luego del asesinato de mi abuelo –relata Juan Carlos-
el grupo familiar continúa. Amalia tiene que tratar de mantener
el hogar, cosa que hace como puede. Y los hijos tratan de estudiar
y no pueden terminar sus estudios, de modo que se formó una
familia de autodidactas. Tres de los hermanos mueren jóvenes.
La tía Ñata muere a los dieciséis años,
Juan Carlos muere a los cuarenta y tantos, y Eduardo muere a los veinticuatro.
Sobreviven mi padre y mi tío Julio César. Y el último,
Alberto mi padre, falleció recientemente a los 86 años,
fue el más longevo.”
“De mi abuela paterna tengo los mejores recuerdos, me leía
libros, me leía cuentos, me contaba la historia de Neuquén
y entre otras cosas me contaba la historia de la fuga de Zainuco.
Me contaba la historia de la fuga de Bresler, que era para mí
como ir al cine. Vivíamos en Carlos H. Rodríguez 80.
Lo de Pollina quedaba en la esquina donde hoy hay un bar, después
venía la casa de los Posse, el Club Independiente y después
mi casa y al lado la imprenta de Bezerra. Me bautizaron en la iglesia
de Nuestra Señora de los Dolores, y me confirmaron allí
un 8 de diciembre. Mi padrino fue Rubén Néstor Sosa,
tomé también allí la primera comunión.
No me casé, soy soltero, no tuve hijos y mi actual compañera
se llama Lucrecia con la que vivo desde hace mucho tiempo.”
“Voy a recordar a dos amigos muy queridos y muy entrañables
que ya no están. Susana Mugica y Roberto Rigoni. Ambos fueron
víctimas del terrorismo de Estado, ambos están desaparecidos.
Susana murió en un pueblito de Bahía Blanca, según
testimonios múltiples y concordantes. Entregada a sus torturadores
y asesinos por personajes impensados. Algún día, creo
que está pendiente una investigación sobre cómo
murió Susana. Y después… Roberto. Yo los quería
mucho a los dos.
De mis amigos de la infancia tengo muchos recuerdos. Neuquén
tenía cinco mil habitantes, eran años en que nos conocíamos
todos. Puedo mencionar a Daniel Cavilla, (cuyo padre es uno de los
fundadores de Amancay, Cacho). También Daniel Fernández,
cuyo padre fue diputado en la primera legislatura junto con mi padre.
Otro gran amigo, Willy Jacob, cuyo padre fue director de LU 5. Después
recuerdo a mis compañeras de la primaria como María
Cristina Zingoni, Alicia Vázquez, Alicia Sánchez, Teresita
Sorrentino... Mis maestras eran como mis tías: Tota, Nela,
Juanita y mi mamá que fue maestra mía en sexto grado
a la tarde. Otras que no estaban tan cerca del seno familiar eran
la señora de Cevallos, la señora de Fazzeri, la señora
de Borgarello.
En el período 1958-1962, luego de la renuncia de Edelman por
enfermedad se hace cargo Asmar, el vicepresidente primero de la legislatura
era Lorenzo Carlos Pris, hombre venido del sur, y luego mi padre,
Alberto Chaneton.”
Papá y mamá
“En el año 1966 me voy a estudiar derecho a la Universidad
de Buenos Aires, estudié Filosofía y el periodismo me
atrajo siempre, me interesó mucho.
Mamá, Felinda Zelmira Montivero de Chaneton, esposa de Alberto
Chaneton, era maestra llegada desde San Luis. Ejerció en la
escuela Nº 125 y después en la Escuela Nº 2.
Mamá había estudiado en la escuela Paula Domínguez
de Bazán de la ciudad puntana, llegó en la década
del ’40. Se casa en el ’44 con mi padre. Es probable es
que se hayan conocido en algún baile en el Club Independiente
que quedaba al lado de mi casa. Mi madre en sus comienzos enseñaba
en una escuela de Valentina, iban en carro o en colectivo. En aquellos
años era lejísimos ir a Valentina. Después empezó
en la Escuela Nº 125 y por último trabajó en la
Escuela Nº 2.
Ell matrimonio tuvo dos hijos, mi hermano Jorge Raúl y yo.
Papá fue diputado provincial y vicepresidente segundo de la
legislatura durante el gobierno de la Unión Cívica Radical
Intransigente en los ’50.Luego fue Comisionado Municipal durante
la intervención de Ricardo Hermelo, y más tarde director
de turismo hasta que finalmente se jubiló cuando trabajaba
en el poder judicial”.
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