La negociación se complica.
Ayer instalaron un piquete frente al despacho del intendente Podestá.
Zapala > El conflicto con los empleados
municipales que exigen una recomposición salarial de 200 pesos
ingresó ayer en una suerte de callejón sin salida, que
tuvo además ribetes preocupantes durante el corte realizado
sobre la céntrica avenida San Martín y una quema de
cubiertas consumada frente al despacho del intendente frentista Raúl
Podestá.
La situación habría obligado al jefe comunal a permanecer
en su vivienda particular y atender desde allí todos los asuntos
de gobierno. Aunque uno de sus funcionarios desmintió luego
las versiones alarmistas que circularon en la mañana. Y aclaró
que Podestá prefirió no acercarse a su despacho para
evitar situaciones que puedan “ser interpretadas como un acto
de provocación”.
Mientras tanto, se realizaba la programada segunda audiencia de conciliación
en la Subsecretaría de Trabajo donde las partes en pugna se
aferraron a lo que ya venían proponiendo en los últimos
días: la Asociación de Trabajadores Municipales (ATM)
insistió con los $200 de aumento “no remunerativo”
y el Ejecutivo, con la oferta de $60 mil al mes. Esto, a repartir
entre todas las categorías del escalafón municipal.
A la audiencia, que continuará hoy a las 9, asistieron los
dirigentes de ATM, Benjamín Contreras y Guillermo Fuentes;
el secretario de Acción Social, Carlos Ponce, en representación
del Ejecutivo; y los ediles Ana Cuadrado, Darío Mattio, Daniel
Piccolo, Olga Sotelo, Daniel Ghezzi y Roxana San Martín.
En ese marco, Mattio y Cuadrado abogaron por “una oferta superadora
del Ejecutivo” y, ante los rumores de pasar el caso al Ministerio
de Trabajo de la Nación, exigieron que la mesa de conciliación
siga funcionando en la cartera laboral provincial. La oposición
también instó a que el Ejecutivo esté representado
en esa mesa por el intendente Podestá.
Mattio y Cuadrado propusieron que la Intendencia analice la posibilidad
de recurrir a ciertas partidas presupuestarias para elevar su oferta
de $60 mil.
Dispositivo
Ayer se observó un dispositivo de seguridad -activado por la
policía- dentro y fuera del edificio municipal. Incluso en
las inmediaciones del domicilio del intendente, donde se observó
el arribo y salida de sus colaboradores más inmediatos.
Es que el corte de calles frente al municipio fue realizado en forma
intempestiva por un grupo de municipales que empezó la protesta
temprano, instalando un contenedor cargado con basura sobre dicha
avenida. Luego prendieron neumáticos y una de las negras humaredas
se alzó frente al despacho de Podestá. Finalmente, procedieron
los bomberos y los manifestantes no obstruyeron ese accionar.
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