Los licenciados en enología
pusieron de relieve la amplitud térmica de la región,
que posibilita una buena madurez y sanidad de las uvas. Neuquén
> El Centro de Licenciados en Enología e Industria
Frutihortícola de la República Argentina (Cleifra) dio
a conocer días atrás el informe anual sobre la vendimia
2005 en todo el país.
A nivel general, la entidad destacó que se registró
un clima benigno con notable amplitud térmica que proporcionó
armonía y equilibrio tanto a uvas como vinos. Una excelente
cosecha para asegurar la calidad creciente del vino argentino.
En lo referido a cada región vitivinícola del país,
los técnicos adjudicaron al polo del Sur, Río Negro
y Neuquén, una interesante amplitud térmica (diferencia
de temperaturas diurnas y nocturnas) del verano permitió una
buena madurez y sanidad de las uvas. El lento inicio de la maduración
–agrega el informe- posibilitó una equilibrada relación
azucar/acidez y una notable madurez polifenólica y aromática.
En lo relacionado a la zona, se indicó que “esta zona
se revela con gran futuro por los modernos emprendimientos vitivinícolas
con pureza varietal en los viñedos, alta tecnología
en las bodegas y excelentes conocimientos enológicos.
Entre los cepajes más distinguidos, Cleifra señaló
el Sauvignon Blanc, Semillón y Chardonnay en blancos y Merlot,
Pinot Noir y, sorpresivamente, en Syrah en tintos.
“Una Patagonia salvaje y lejana que se acerca al mapa vitivinícola
por sus excelentes vinos”, agregó el documento técnico
a la descripción de la zona vitivinícola de Río
Negro y de Neuquén.
De igual manera, para los Valles Calchaquíes (Salta, Tucumán
y Catamarca), el balance oficial de la vendimia atribuyó condiciones
tales como un invierno frío y buena dormancia sumado a vientos
cálidos del Norte que produjeron una brotación temprana
de quince días. A eso siguió una primavera fría
con una helada temprana en los viñedos bajos provocando rebrote
y disminución de rendimiento. Verano típico de los valles
que desarrolló normalmente el envero y madurez de la mayoría
de los cepajes.
Para La Rioja, la vendimia logró cerrar el ciclo con una excelente
sanidad, maduración adecuada que reflejó la mejor elaboración
de los últimos cinco años.
Los racimos se presentaron más abiertos y sueltos. En algunas
variedades se observó adelanto de brotación. El verano
caluroso y seco permitió una madurez adecuada en tiempo y forma,
bien definida para cada variedad.
San Juan
En esta provincia, el invierno fue moderado con mayor número
de horas de frío, adecuado receso invernal con una excelente
brotación de yemas. Primavera fresca que aseguró una
brotación pareja y armonía en el crecimiento y tamaño
de canopia. La ausencia de vientos cálidos permitió
muy buena fecundación y cuaje de los frutos. Nuevamente las
condiciones áridas de la región permitieron uvas y vinos
muy sanos.
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