Una amiga de la joven aseguró
que le había confesado que el hijo por nacer era de un animador
de fiestas con el que salía.
Jujuy (Télam)
> Romina Tejerina, la joven que en 2003 mató a
una beba que dijo haber concebido en una violación, se negó
ayer a declarar en el inicio del juicio oral que se le sigue en Jujuy,
mientras una testigo puso en duda la versión del abuso.
Fernanda Rosa Pacheco, quien dijo ser amiga de Romina, aseguró
que Tejerina le había confesado que el hijo por nacer era de
Javier González, un animador de fiestas con el que salía,
y no de Eduardo Vargas, un vecino que estuvo acusado y luego fue sobreseído
del delito de violación.
La defensa de Tejerina replicó de inmediato a Pacheco y pidió
al tribunal que la procese por falso testimonio, al asegurar que en
su primera declaración ante la Policía dijo lo contrario.
Según la defensa, ante la Policía, Pacheco afirmó
que Romina le manifestó que no quería tener al bebé
y que el hombre del que estaba embarazada «era un sinvergüenza».
El tribunal tomó nota del pedido de falso testimonio contra
Pacheco pero postergó una definición por el momento.
La joven, de 20 años y actualmente detenida, está acusada
de homicidio agravado por el vínculo, un delito por el que
puede recibir una condena a cadena perpetua.
Sus abogados pidieron a los jueces Antonio Llermanos, Héctor
Carrillo y Alfredo Frías que incorporen su declaración
ante el juzgado de Instrucción, donde acusó a Vargas
de haberla violado en agosto de 2002, y expresó que ocultó
el hecho por «vergüenza» a sus padres.
Textuales
En esa declaración, leída ayer en la sala,
Romina expresó que Vargas la «sacó de un baile
a la fuerza» y que cuando iban de viaje en un automóvil
la arrojó hacia el asiento de atrás para violarla. Dijo
también que había intentado abortar tomando hierbas.
Además de Pacheco, declararon una amiga y vecina de la familia
de Romina, Virginia Gamarra de Pintos y otra conocida de la acusada,
Cintia Rodríguez.
Rodríguez sostuvo que Romina le confesó el embarazo
y le dijo que el padre de la criatura «era un vecino»
al que no identificó.
Horror
Según la fiscalía, Tejerina pasó la noche del
22 de febrero con dolores de parto y le pidió a su hermana
Erica a las 7 de la mañana, que la acompañara a una
farmacia para comprar laxantes.
Una vez en el domicilio, en Polonia 95, de barrio Santa Rosa de Lima,
en San Pedro, dio a luz a una beba, que cayó en el inodoro,
mientras ella se encontraba sola en el baño.
Recién allí le pidió ayuda a su hermana para
cortar el cordón umbilical y limpiarse, mientras lloraba y
decía «el bebé está vivo, qué hago».
Luego de cortar el cordón con un cuchillo marca Tramontina,
sin mango, de 11 centímetros de largo, colocó a la beba
en una caja de cartón, la tapó y luego la apuñaló
en diversas partes del cuerpo.
Pese a ello, la bebé siguió viva, por lo que ambas la
llevaron a un hospital de San Pedro, desde donde la derivaron al hospital
Pablo Soria de Jujuy, donde falleció el 25 de febrero. |