Alejandro Ivanissevich (Emgasud) y
Marcelo Mindlin (Grupo Dolphin) son los hombres que quieren convertirse
en los zares energéticos del país. Neuquén
> Sumado a la creación de Enarsa, durante los últimos
dos años en el sistema energético nacional se ha dado
un proceso inverso al de la década del ‘90. En efecto,
muchas empresas dedicadas a este rubro fueron adquiridas por capitales
nacionales, fundamentalmente luego de que compañías
internacionales decidieran dejar el país.
El proceso que comenzó lentamente con la vuelta a empresarios
nacionales de distribuidoras energéticas provinciales parece
afianzarse con la adquisición de Edenor y Metrogas que están
negociando dos empresarios que empiezan a cobrar peso en el escenario
energético nacional: Alejandro Ivanissevich (Emgasud) y Marcelo
Mindlin (Grupo Dolphin).
Edenor
Edenor es uno de los actores más importantes del sistema energético
nacional ya que tiene un total de 2,2 millones de clientes en la zona
Norte de Capital Federal y Gran Buenos Aires y arrastra a la fecha
una deuda de 500 millones de dólares, que tendrá su
peso al momento de definir la operación.
El capital accionario de la distribuidora Edenor se reparte entre
Electricite de France con el 90 por ciento, y el otro 10 por ciento,
en manos de los trabajadores a través del Programa Propiedad
Participada (PPP).
Justamente la empresa francesa anunció hace pocos días
que negociará de manera «exclusiva» Mindlin la
venta de Edenor.
De este empresario se dice que tiene línea directa con el ministro
de Planificación Julio De Vido y ya ha hecho un gran negocio
en materia energética porque será, a través del
Dolphin Group, el socio mayoritario de Transener, la mayor transportista
de energía del país. Para quedarse con ella pagó
14 millones de dólares, luego de que el gobierno le exigierá
a Petrobras que se desprendiera de la empresa por considerarla un
activo estratégico para el país. La operación
quedará finiquitada en los próximos meses.
Ivanissevich
El otro actor central de la “reargentinización”
es el santacruceño Alejandro Ivanissevich. Este empresario
patagónico pretende convertirse en el nuevo zar de la energía
y ya ha cerrado varios negocios.
Recientemente firmó, a través de su empresa Emgasud,
el contrato para la construcción del Gasoducto Patagónica,
una obra de una extensión de 610 kilómetros que beneficiará
a Chubut, Río Negro y el Sur de Neuquén.
“Para esta obra la empresa aportará 60 millones de pesos;
el Estado nacional, $50 millones; la provincia otros $75 millones
y el 23 por ciento restante, el mercado de capitales a través
del fideicomiso que administrará el Banco Nación»,
explicó Ivanissevich.
Pero su gran objetivo es Metrogas. Para este caso, Ivanissevich se
asoció con el fondo inglés Ashmore, que tenía
comprada la mayor parte de los 120 millones de dólares de deuda
de GASA, la empresa controlante de la distribuidora. «Ashmore
ya firmó un acuerdo con British Gas y Repsol-YPF, los accionistas
de GASA, para capitalizar su deuda, y entrará en el grupo de
control», señalan fuentes cercanas a la operación.
Ashmore tendrá derecho a nombrar a dos de los siete directores
de GASA, pero a la vez se quedará con el control operativo
de la empresa.
Emgasud también analiza la factibilidad de construir un gasoducto
en la zona centro de la provincia de Santa Fe para abastecer a 13
municipios en la cuenca lechera a lo largo de la Ruta 34.
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