El Bambino justificó la mala
campaña por la juventud del plantel y la cantidad de lesionados
que tuvo el equipo.
Buenos
Aires> El ahora ex entrenador de San Lorenzo, Héctor
Rodolfo Veira exteriorizó ayer su desconsuelo por haber tenido
que alejarse de la conducción técnica del equipo de
sus amores, al regresar de Chile, donde el Ciclón quedó
eliminado de la Copa Libertadores de América.
«Tuvimos un campeonato bueno el año pasado y uno malo,
que es éste. Desgraciadamente, ayer quedamos eliminados de
la copa y estamos todos mal», resumió Veira al hacer
un balance de su gestión al frente del plantel azulgrana.
Destruido
Mientras hablaba con la prensa, el entrenador caminó con tranco
lento hasta el micro que esperaba a la delegación y no ocultó
su desazón por el final del ciclo.
«Al no seguir en la Copa di un paso al costado. Ahora, fundamentalmente
hay que apoyar a este grupo de jóvenes jugadores, que jugando
un solo torneo seguramente van a levantar», evaluó.
Juventud
El Bambino repitió varias veces que el grupo de jugadores era
muy joven, circunstancia que, según dejó entrever, condicionó
la pelea del equipo por un título.
Pero además sostuvo que tuvo complicaciones por los lesionados
y especialmente en el partido de la víspera se quejó
de la mala puntería y de haber tenido que afrontar el encuentro
a 2.600 metros de altura prácticamente con diez hombres por
la expulsión de Walter García a los 30 minutos del primer
tiempo.
«El equipo ayer arrancó todo el partido con diez jugadores
jugando a 2.600 Metros de altura. Creó diez situaciones de
gol y desgraciadamente no las pudo meter. Pero ahora hay que apoyarlos
porque son muy jóvenes», agregó.
Apuntó que «la cantidad de lesionados» que el plantel
tuvo en este tramo fue determinante porque «al jugar tres partidos
por semana nos costó mucho».
Apoyo
«El mensaje es que hay que apoyar a estos jóvenes
porque es un plantel muy joven que está apareciendo, hay una
historia que tiene San Lorenzo de grandeza y hay que apoyar a esta
nueva generación que apareció», completó.
Consultado sobre la posibilidad de que Diego Maradona sea su sucesor,
el entrenador sólo atinó a decir: «Diego es un
hermano, un amigazo».
¿Y cuándo pagan el pato
los jugadores?
Se fue el Bambino Veira nomás. Se fue con el alma cargada
de pena, porque nada pudo hacer con “su” amado San Lorenzo.
Está bien más de uno dirá que se fue solito,
sin que nadie lo echara. Bien hasta ahí estamos todos de acuerdo.
Pero lo que también es cantado es que más de una manito
se posó en la espalda del Bambino para acelerar su salida.
¿Cómo puede trabajar un técnico, cuando el presidente
lo respalda por un lado, y por el otro, del mismo seno dirigencial,
salían nombres de otros técnicos para reemplazarlo?
¿Y los jugadores? Siempre explotan los técnicos y los
jugadores se lavan las manos. Ellos son los que erran pases y goles,
son los que no corren, ni ponen lo que tienen que poner. Son los que
se hacen expulsar, como Walter García ante Cobreloa, o a caso
¿Veira lo mandó a abrir la boca?
Y bue, se fue un técnico más, y el mundo sigue andando.
Y los jugadores siguen jugando y no se hacen drama. Puaj.
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