“Héroe”
Durante el periodo de guerras entre estados de China, el país
estaba dividido en siete reinos. Durante años, los reinos lucharon
por la supremacía. Como resultado, la población sufrió
décadas de muerte y sufrimiento. El reino de Qin es el más
decidido de todos, y su mayor reto era conquistar toda China y convertirse
en su primer Emperador.
Asesinos de los seis reinos han perseguido la cabeza de Qin pero han
fracasado. La esperanza está puesta en un grupo de tres legendarios
asesinos conocidos como Espada Rota, Nieve Voladora y Cielo, y Qin lo
sabe. Por eso, ha puesto precio a sus cabezas. Nadie ha podido vencerlos,
hasta que aparece el enigmático «Sin Nombre» y reclama
para sí la hazaña.
Qin, sorprendido por la acción valerosa de Sin Nombre, pide oir
el relato de aquellas muertes. Sin Nombre, a pocos metros del rey, en
su propio palacio, narra las historias más alucinantes de las
peleas que lo condujeron al triunfo. Pero Qin desconfía de él,
sabe que todo ha sido una trampa.
“El quinteto de la muerte”
El ganador del Oscar de la Academia Tom Hanks se une por primera vez
con los ganadores del Oscar de la Academia Joel y Ethan Coen para
el recuento de la comedia de 1955 “The Ladykillers”, aclamada
por la crítica.
Hanks interpreta al Dr. Goldhwait Higginson Dorr III, un profesor
charlatán que reúne a un grupo de “expertos”
para llevar a cabo el robo del siglo. Los ladrones: expertos en explosivos,
cavado de túneles, musculación, y el “crítico”
hombre de adentro.
La base de operaciones: el sótano de la casa de una inesperada
anciana perteneciente a la iglesia llamada Sra. Munson (Irma P. Hall).
La artimaña: los cinco necesitan un lugar donde practicar los
cantos de la iglesia.
El problema: pronto se torna evidente que los delincuentes de Dorr
carecen de la capacidad mental elemental para llevar adelante el trabajo.
Su mayor problema: ellos han subestimado a la dueña de casa.
Cuando la Sra. Munson tropieza con el plan y trata de advertir a las
autoridades los cinco bandidos deciden deshacerse de ella. Después
de todo, ¿qué tan difícil puede ser hacer caer
a una anciana?
|