El caso que conmovió al mundo

Fin para el calvario de Schiavo

 
 
Terri Schiavo en una de las imágenes más divulgadas por la televisión durante las últimas semanas.
Falleció ayer trece días después que le retiraron la sona que la alimentaba por orden judicial. Fue una pelea dramática entre su familia y su ex esposo.


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  Para la justicia estadounidense, Terri Schiavo se encontraba en estado vegetativo. Consideró a esto como un argumento suficiente para disponer que le desconecten la sonda.

Pinellas Park, EEUU (Reuters) > Terri Schiavo, la mujer con daño cerebral permanente que desató una polémica en Estados Unidos acerca del derecho a morir, falleció el jueves en el estado de Florida a los 41 años, 13 días después de que se le retirara la sonda que la alimentaba.
«Terri Schiavo falleció hace unos momentos», dijo Paul O’Donnell, un monje franciscano y asesor espiritual de los padres de la mujer, Bob y Mary Schindler, quienes estuvieron enfrascados durante siete años en una batalla judicial contra el esposo de Terri para mantenerla con vida.
Schiavo murió horas después de que la Corte Suprema rechazara otra apelación de última hora de sus padres para que le volvieran a insertar el tubo de alimentación que la mantenía con vida.
Schiavo se hallaba en lo que, según el criterio aceptado por los tribunales, era un «estado vegetativo permanente» desde que sufriera un ataque cardíaco en 1990, que impidió que llegara suficiente oxígeno al cerebro y esto causó daños irreparables.

Dejarla morir
Los tribunales favorecieron siempre a su esposo y guardián legal, Michael Schiavo, en lo tocante a que ella no hubiera querido vivir así y que deberían dejarla morir.
Michael Schiavo estaba con su esposa cuando ella murió poco después de las 0900 de la mañana (1400 GMT) en un hospicio en la localidad de Pinellas Park, Florida, donde era atendida.
Ni él ni su abogado hicieron declaraciones de inmediato.
Partidarios de los padres de Schiavo reaccionaron agriamente.
«Esto no es sólo una muerte con toda la tristeza que conlleva. Esto es un asesinato», dijo Frank Pavone, sacerdote católico que visitó a Schiavo poco antes de que falleciera.
«Y por eso no sólo lloramos que Terri haya fallecido, sino lloramos que nuestra nación haya permitido una atrocidad como esta, y rezamos para que no vuelva a ocurrir nunca más».

Apoyo
Los Schindler ganaron el apoyo de activistas cristianos conservadores, en contra del aborto y defensores de los minusválidos, así como de políticos republicanos.
El Vaticano dijo que la muerte de Schiavo había sido causada por una inaceptable «violación de la naturaleza sagrada de la vida».
El portavoz principal del Vaticano, Joaquin Navarro-Valls, dijo: «Se ha interrumpido una vida (...) se adelantó una muerte arbitrariamente».
Un pequeño grupo de manifestantes que había mantenido una vigilia fuera del hospicio pidiendo que Schiavo fuera mantenida con vida, sollozó y rezó cuando se anunció el fallecimiento. Luego cantaron himnos religiosos.
Pavone dijo que los padres de Schiavo fueron sacados de la habitación unos 10 minutos antes de que la mujer falleciera porque iban a examinarla y, además, Michael Schiavo iba a visitar a su mujer.

Crueldad
«Bobby Schindler, su hermano, dijo: ‘Queremos estar en la habitación cuando ella muera’. Por su parte, Michael Schiavo expresó: ‘No, no pueden’. Así continuó su despiadada crueldad hasta él último momento», según Pavone.
Los Schindlers pudieron llevar su caso a las cortes federales después de que el Congreso aprobó una ley especial dándole jurisdicción a estas sobre un tipo de caso que tradicionalmente era terreno de tribunales estatales. Incluso, el presidente George W. Bush interrumpió sus vacaciones para firmar la ley.
Pero los esfuerzos políticos que según las encuestas de opinión resultaron ampliamente impopulares, no lograron su cometido después de que los jueces federales en todas las instancias rechazaron el pedido de los padres de reinsertar el tubo a través del ombligo de la mujer.

Llantos y protestas en la clínica

Miles de personas se congregaban diariamente para apoyar a la familia de Terri.

Pinellas Park, EEUU (AFP-NA) > Decenas de personas lloraban la muerte de Terri Schiavo frente al centro de cuidados en donde falleció este jueves por la mañana, luego de una larga disputa familiar que se prolongó hasta el mismo final.
La muerte de la mujer, quien vivió 15 años en estado vegetativo persistente, fue anunciada poco antes de las 10H00 locales (15H00 GMT) por un portavoz de su familia.
Una hora y cuarto más tarde una camioneta blanca, escoltada por dos polícías en motocicletas y que se presume tendría sus restos, salía del centro de cuidados de Pinellas Park (oeste de Florida) en donde la mujer falleció.
«Sé que está en un mejor lugar», dijo Peter Fernandes, residente de Florida que estuvo unos días apoyando a la familia de la mujer, que trató de evitar su muerte hasta el día antes de que ocurriera.
Fernandes, como tantos otros manifestantes, reprochó al esposo de la mujer, Michael Schiavo, que la dejara morir. «Acaba de matar a su esposa y se salió con la suya», dijo.

Responsable
Fue Michael Schiavo quien pidió la desconexión del catéter alimentario que mantuvo viva a la mujer durante años, alegando que ella nunca quiso vivir por medios artificiales, y lo obtuvo el pasado 18 de marzo luego de una larga batalla legal. La familia de la mujer se opuso tenazmente a su muerte.
Un hombre entonaba tristes melodías en una trompeta, mientras los manifestantes que quedaban en el lugar, y que alguna vez sobrepasaron el centenar, leían sus biblias y reflexionaban sobre el caso.
Otros rezaban en torno a un altar improvisado sobre el césped, que exhibe pinturas y estatuas de Cristo y de la Virgen María.
Cerca del altar alguien había construido una tumba simbólica para Terri, con una leyenda que decía: «Reza y no pierdas la esperanza».
Janet Spear, residente de Alabama (sur), sostenía un cuerno de antílope en su mano, que simbolizaba para ella el carnero que Abraham sacrificó cuando Dios lo puso a prueba y le pidió inmolar a su hijo, Isaac.
“Es un llamado a la batalla, a la oración, a la solemnidad», dijo Spear, quien dejó espacio para una crítica a los tribunales que se negaron a ordenar la conexión del catéter a Terri.
Las últimas horas de Terri fueron dramáticas respecto a sus familiares, quienes siguieron su pelea personal hasta el final.
Sus hermanos, Suzanne y Bobby, entraron temprano a verla y minutos antes de la muerte salieron porque aparentemente el esposo, Michael Schiavo, a quien no soportan ni siquiera ver, estaba por entrar en la habitación.
«Bobby dijo: ‘queremos estar en la habitación cuando muera’», pero el ex marido de la mujer se negó a autorizar el ingreso de los hermanos, en un hecho que conmovió por su dureza.

El caso que conmovió al mundo
Una mujer que siempre soñó tener hijos

Fue una mujer discreta y tímida que vivió deslumbrada por su marido. Estuvo quince años en coma.

Washington (AFP-NA) > Terri Schiavo nunca supo que en el fin de su vida se había convertido en una celebridad para el mundo entero: esta estadounidense común y corriente que murió este jueves luego de 15 años en coma, fue durante su vida una mujer discreta y tímida, deslumbrada por su marido que soñaba con tener hijos.
Durante dos semanas, los estadounidenses fueron bombardeados con dos imágenes contradictorias: la joven y alegre mujer bronceada con una sonrisa brillante fulminada por un paro cardiaco a los 26 años que la postraron durante los últimos años de su vida en un estado vegetativo que la transformó en una paciente terminal.
Tímida y amable, acomplejada por sus lentes durante la infancia, se convirtió en una seductora mujer, que permaneció cerca de sus padres luego de contraer matrimonio con Michael Schiavo, un hombre grande, rubio y con bigote que tenía su misma edad.
Nacida en 1963, Terri (sobrenombre de Theresa Marie) vistió durante toda su escuela los kilts del uniforme de su colegio católico, donde lo único que pudo haberla diferenciado de sus compañeras fue la obesidad.
Adoraba los animales, le hubiese gustado recibirse de veterinaria, si hubiese obtenido mejores calificaciones en el colegio. «Era de las que recogía a los pájaros heridos y a los animales extraviados, ella detestaría toda la cólera», que rodeó su agonía, declaró a Jay Wolfson, un jurista que vela por sus intereses. Un día, ella le había hecho un tapaboca a un perro para salvarlo.

Belleza
Cuando terminó sus años de liceo Terri pesaba 90 kilos.
Pero el verano siguiente se impuso un drástico régimen que la hizo perder 22 kilos. Siete años más tarde, en el momento de su accidente cardiovascular, ella pesaba menos de 50 kilos. La justicia estableció que el desorden alimentario, como la bulimia acompañada con vómitos, pueden haber provocado una gran carencia de potasio, episodio que sería el origen del drama.
Una vez que adelgazó, Terri inició sus estudios en la universidad local de Pensylvania (este) donde conoció a Michael.
De todos los que allí conoció él fue el primero en abrazarla, el primero en decirle que la quería. En la segunda reunión ella no tuvo dudas: se iba a casar con él. Contraen matrimonio por la iglesia dos años más tarde en 1984.
La joven pareja de recién casados se muda cerca de Bob y Mary Schindler, los padres de Terri, quienes los invitan a instalarse con ellos cada vez que falte dinero. En 1986, cuando Terri y Michael van instalarse en Florida (sureste), detrás lo hacen los Schindler.

Dura reacción de la iglesia

El primer trabajo
Ella porta lentes de contacto, se tiñe el pelo de rubio, y mantiene rigurosamente su bronceado. Consigue un trabajo como secretaria en una compañía de seguros. Mientras tanto, su marido trabaja como gerente en un restaurante.
En 1988 la abuela de Michael, gravemente enferma es hospitalizada. Su agonía dura dos días. Luego del entierro, Terri declara: «si alguna vez me llega, no me dejen así, desconéctenme», según recuerda su cuñado, Scott Schiavo, algo que es puesto en duda por los padres Schindler.
Según un amigo y los padres de Terri, la armonía de la pareja se había degradado.
Intentan todo para tener hijos, multiplican las consultas médicas.
Un colega de oficina de la joven mujer recuerda haberla encontrado llorando luego de una llamada de teléfono el 24 de febrero de 1990: Michael, entonces administrador del restaurante, acababa de acusarla de haber gastado demasiado en el peluquero.
Unas horas más tarde, en plena noche, Michael se despierta al escuchar un fuerte ruido. Encuentra a su mujer retorciéndose en el piso. Nunca más recuperó el conocimiento.
Durante 15 años, un mes y seis días, permaneció en «un estado vegetativo persistente», según los peritajes médicos validados ante la justicia.

Las condolencias de Bush

Washington (AFP-NA) > El presidente estadounidense George W. Bush expresó este jueves sus condolencias a los padres de Terri Schiavo, la mujer que permaneció en estado vegetativo durante años y murió en Florida, casi dos semanas después de ser desconectada de su tubo de alimentación.
Bush urgió a quienes apoyaron a los padres de la mujer, que intentaron mantenerla con vida, a «continuar trabajando para construir una cultura de vida en la que todos los estadounidenses sean bienvenidos y valorados y protegidos, especialmente quienes viven a merced de otros».

 

 


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