Adquirió a Rusia 100 mil fusiles
AK y a España aviones y barcos.
Buenos Aires
(Corresponsalía) > Cuarenta y ocho horas después
de que el presidente de EE.UU., George W. Bush, le comunicó
a su par argentino, Néstor Kirchner, su preocupación
e inquietud por Venezuela, el Gobierno salió ayer a tomar distancia
de la administración que encabeza Hugo Chávez.
El distanciamiento parece ser parte de decisiones del Gobierno encaminadas
a un mayor acercamiento con EE.UU. en momentos en que requiere de
su respaldo en el Grupo de los 7 países más poderosos
del planeta y en el FMI para llevar definitivamente a buen puerto
el canje de la deuda en default.
Leyes
También en el mismo sentido cabe interpretar la aprobación
el miércoles pasado por la Cámara de Diputados de dos
leyes antiterroristas reclamadas por Washington que estaban demoradas
desde tiempo atrás. Sucedió en vísperas de la
reunión que ayer mantuvieron en la capital estadounidense el
canciller Rafael Bielsa y su colega Condoleezza Rice.
La toma de distancia provino del ministro de Defensa, José
Pampuro. La semana pasada, Pampuro recibió aquí al jefe
del Pentágono, Donald Rumsfeld, durante un encuentro en el
que Venezuela también estuvo al tope de la preocupaciones estadounidenses.
Pampuro manifestó la «preocupación» del
Gobierno por las recientes e importantes compras de armamento de Venezuela
a Rusia (100 mil fusiles AK) y a España (aviones y barcos),
que en este último caso representó la mayor venta de
pertrechos militares en la historia ibérica, unos 1.300 millones
de euros.
Escalada
«Esperemos que la decisión del presidente venezolano
de comprar armas no sea una escalada en la región, que se viene
manteniendo en armonía y paz», consideró.
De todos modos, buscó equilibrar la crítica a Venezuela
por la compra de armamentos con una defensa del carácter democrático
del gobierno de Chávez que Estados Unidos pone en cuestión.
Basado en el principio de no injerencia en los asuntos internos de
otros países, Pampuro dijo que Venezuela tiene un gobierno
«electo democráticamente y un Presidente que ha sido
plebiscitado. Mientras el marco del sistema democrático no
se quiebre y la situación de Venezuela responda a esa realidad
política, no tenemos opinión ni a favor ni en contra». |