Por JUAN MARIO RAONE (*)
Hurgando en las bibliotecas, el hallazgo de esta publicación,
contribuye al mayor conocimiento de la vida y el desempeño
de los pioneros.
Cuando se menciona a los primeros hombres y mujeres de nuestro Neuquén
se lo hace generalmente tomando referencias de algún artículo
periodístico o de informaciones familiares. No es común
encontrar pequeños esbozos biográficos ya que las publicaciones
eran escasas y las informaciones periodísticas eran breves.
Folleto revelador
Por eso constituye una excepción la serie de comentarios que
sobre “Los Hombres del Neuquén” aparece en la revista-folleto
titulada “La Patria Argentina – Neuquén”,
del 25 de mayo de 1910. Allí, luego de una corta referencia
al fundador don Carlos Bouquet Roldán, prosigue con quien lo
sucediera en el cargo por cuatro períodos, don Eduardo Elordi.
De él dice: “Nació en Buenos Aires y floreció
en las tierras del norte, perfumadas de nardos y azahares, en aquella
encantadora Tucumán, madre ilustre de guerreros, jurisconsultos,
literatos y estadistas , altar del juramento de nuestra independencia
y cuna del más grande de los presidentes argentinos. Eduardo
Elordi es de los buenos; de esos hombres que después de haber
desempeñado puestos públicos de importancia, pueden
retirarse al hogar con la conciencia tranquila de haber cumplido fielmente
el juramento prestado por el mandato que el pueblo les confió;
de los que no marea el vértigo de las alturas y que cuando
descienden del poder bajan en brazos de ese mismo pueblo que con un
aplauso justiciero recompensa los afanes de los fieles servidores.
De corazón noble y generoso, se conoce a primera vista el caballero
franco y leal, dispuesto a hacer favores tan solo en provecho del
desgraciado, pero sin pretender reservarse para si, ni siquiera la
esperanza de la gratitud que siempre fue planta exótica en
el corazón humano.
Eduardo Elordi es de los leales; de los que en las horas adversas
no se pasan al campo enemigo y saben caer defendiendo la bandera;
es de aquellos que según la bella frase del poeta “prefieren
quedar libres y de pie en el fondo oscuro del valle, y no de rodillas
en la cumbre luminosa de la montaña”.
Reúne las condiciones que se necesitan para ser buen gobernante
y siempre será querido por sus gobernados, porque es honrado
e inteligente y se interesa de verdad por el progreso y adelanto del
pueblo, y en estricta justicia debe decirse que el Gobernador Elordi
es el digno sucesor del señor Carlos Bouquet Roldán,
con quien el territorio tiene una inmensa deuda de gratitud que siempre
sigue en aumento por el valioso y desinteresado concurso que aquél
le brinda.”
Vidas consagradas
Es justo reconocer que las lisonjas que el articulista apunta del
gobernante fueron sobradamente puestas en evidencia durante los 12
años que le tocara dirigir el progreso del territorio, término
en el que se ganara el prestigio de buen gobernante, razón
por la cual al expirar el cuarto período pasó a ocupar
el puesto de Director General de Territorios Nacionales, cargo que
ocupara hasta su muerte ocurrida el 11 de febrero de 1938. Por eso
repito las palabras de un viejo maestro e historiador: don Carlos
Agustín Ríos, que en su libro “Gobernadores del
Neuquén – 1884 – 1980” apunta que: “Consagró
lo mejor de su vida al Territorio al que dedicó afanes y energías,
propiciando numerosas obras de bien público. Su labor de gobernante
ejemplar dejó imborrables recuerdos. Su pueblo agradecido lo
recuerda siempre como a uno de los más progresistas Gobernadores
del Neuquén” (pág.47).
La siguiente figura es la del Dr. Manuel Bonet, un Juez Letrado que
dejó tras de sí no sólo el buen nombre de su
tarea de imponer una recta justicia, sino que trascendió por
su interés en la recuperación de aquéllos que
habían infringido las leyes.
Hijo de una familia numerosa, también toda su familia dejó
el buen recuerdo de quienes supieron llevar con altura el honrado
apellido que don Manuel prestigiara con una vida recta al servicio
de la Justicia y de la sociedad a la que supo entregar muchos años
de labor, siendo reconocido como ecuánime, justo e imparcial
.
Privilegiados
Si bien no podemos entregarles referencias de todos los otros personajes
del Neuquén de 1910, algunos de los cuales tomaremos en siguientes
notas, les adelantamos que suministramos sus nombres por si alguien,
familiar, pariente o historiador, está interesado en conocer
lo que sobre ellos se dijo en aquella oportunidad. Luego de Bonet
trata sobre el Dr. Eduardo Talero, Comandante Tristán Villarruel,
Abel Chaneton, Enrique Nordenstrom, Ramón Zabala, Fernando
Cerdeña, Alberto S. Arias, Rafael Castilla, Joaquín
Portela, Manuel C. Mir, Emilio Rodríguez Iturbide, Ramón
López Hernández, Francisco Barcastegui, Emilio Guiñazú,
Manuel Linares y Enrique Carro, Benito Izquierdo, Felipe Santamaría,
Miguel Mango, Juan Zufiría. Vicente Radonich, Lorenzo Araque,
Francisco Bueno, Marcelo Napal, Carlos Stagnaro y por último
a don Ferruccio Verzegnassi.
(*) Miembro de la Academia Nacional de la Historia.Fotos
Sistema Provincial de Archivos y colecciones particulares.
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