Sin piedad golpearon le dispararon
un balazo en un ojo y luego lo rociaron con insecticida y lo quemaron
vivo.
Neuquén > La Cámara
Criminal Dos, ventiló ayer durante varias horas, el sangriento
homicidio del anciano Marcial Arias, de 89 años, ocurrido el
1 de enero del 2003 en la chacra ubicada en la calle Pellegrini al
final. Uno de los imputados es Rodolfo Tejo, conocido como “Roly”,
mientras que el restante es un adolescente, quien se encuentra en
libertad y vive en una localidad del interior.
También son enjuiciados por el delito de encubrimiento los
hermanos Jorge y Luis Tillería. Los individuos “aguantaron”
en su casa, el arma y los relojes robados a la víctima.
El Comisario Inspector Miguel Balmaceda, compareció a la audiencia
y después de un amplio informe dijo que no recordaba tanta
alevosía y saña para asesinar a un hombre de casi 90
años.
El hombre fue sorprendido por dos crueles delincuentes en momentos
en que se encontraba sentado bajo el parral de su casa, esperando
por su hijo para almorzar.
Los individuos, dominados por el alcohol y la droga, lo apalearon
en todo el cuerpo, lo golpearon brutalmente en el rostro y lo dejaron
tirado en la puerta de su casa. Luego entraron a las habitaciones
y se apoderaron de dos relojes y un revólver calibre 22. Cuando
salieron, utilizaron el arma del anciano para dispararle un balazo
a quemarropa. El proyectil destrozó su ojo derecho y le provocó
gravísimas heridas que finalmente le provocaron la muerte.
Se presume que antes de morir y para que no quedara algunas de sus
huellas en la ropa que vestía, lo rociaron con insecticida,
le prendieron fuego y huyeron.
El acusado
“Roly” Tejo, se negó a declarar ayer.
Sin embargo si lo hizo en el juzgado de nstrucción, seis días
después del homicidio. Dijo que la noche anterior al hecho
se encontró con unos amigos, que dieron una vuelta y que “la
movida no era matarlo”.
También confesó que había fumado porros, que
se había empastillado y luego cargó toda la responsabilidad
del aberrante crimen en el menor. Afirmó que fue él
quien le disparó y quemó con insecticida.
La madre del menor
La mujer dijo que eran vecinos con la familia Tejo y que su hijo se
juntaba con el imputado para tomar bebidas alcoholicas y drogarse.
Recordó que el día del asesinato fue hasta la Comisaría
y que su hijo le confesó que había matado a un hombre
y que después el menor le dijo que no había sido, pero
“si hablo soy boleta”. declaró que se fue de la
ciudad y que fue amenazada por el padre y un hermano del acusado.
Le dijeron que se culpe de la muerte, que era menor y que salía
de la cárcel rápido.
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