| En el último de los saqueos,
los delincuentes desmantelaron un galpón y se llevaron más
de 60 chapas de zinc.
Neuquén >
“En menos de un año hemos quedado a la ruina”,
dijo Graciela Navarrete, propietaria de un criadero de pollos que
hasta hace pocos días funcionaba en una zona rural de Plottier.
Las incursiones delictivas de los delincuentes en la chacra, terminaron
con el esfuerzo de toda una familia que durante años trabajamos
para poner en marcha el emprendimiento Productores del Neuquén.
Y. agregó, que “ahora prácticamente no queda nada
para robar”.
Señaló que los ladrones, que serían entre 6 y
8 sujetos, una vez más aprovecharon “nuestra ausencia
momentánea” para ingresar un camión, desarmar
un galpón y apoderarse de 64 chapas de zinc.
Añadió que debido a la falta de protección (galpón
sin techo), “murieron aproximadamente 1.500 pollas ponedoras
y que tuvo que regalar otras 2.500, para no sacrificarlas”
Recordó que ha denunciado todos los robos en la Comisaría
Séptima de Plottier y enumeró uno a uno los delitos.
Motores para las máquinas mezcladoras de alimentos, bombas
de agua, garrafas y también varías pantallas para recría.
Dijo también que luego se apoderaron de los tanques de agua
y, “por si faltaba algo”, sustrajeron la instalación
eléctrica, que es de “vital importancia para el funcionamiento
del criadero”.
Movimientos
Navarrete señaló que por la forma en que se
produjeron los robos, los horarios y la utilización de vehículos
por parte de los delincuentes, “nos lleva a sostener que conocen
todos nuestros movimientos, se mueven por las inmediaciones y pacientemente
esperan el momento oportuno para robarnos y causar tanto daño”.
Opinó que Plottier es una localidad chica y reclamó
un esfuerzo de las autoridades policiales para esclarecer, por lo
menos, el robo de las casi 70 chapas.”
La mujer dijo que “con las pollas que nos quedaron, trataremos
de cumplir con los pedidos de huevos para nuestros clientes e intentaremos
obtener algún crédito del gobierno provincial para recuperarnos”.
Finalmente agradeció a Luis Higuera y Jorge Aguila del Area
Producción de Plottier, quines, dijo, desinteresadamente colaboraron
para trasladar hacia otro lugar, todo lo que quedaba en el lugar elegido
por los individuos.
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