El soberano destituyó al gobierno
y decretó el estado de emergencia.
Katmandú
(AFP-NA) > El rey Gyanendra de Nepal asumió todos
los poderes y decretó el estado de emergencia después
de haber destituido al gobierno por no haber sabido poner fin a una
sangrienta insurrección maoísta y organizar elecciones.
El primer ministro cesado, Sher Bahadur Deuba, y otros responsables
fueron asignados a residencia mientras que algunos dirigentes políticos
denunciaban un abuso de autoridad del monarca. India también
expresó su preocupación por la democracia en el país
vecino.
Soldados y policías armados patrullaron ayer las calles y vigilaban
los principales edificios de la capital, Katmandú, donde se
suspendieron las comunicaciones y conexiones aéreas. Sin embargo,
no se señalaron incidentes.
«En el marco de los derechos concedidos a la Corona por la Constitución
actual, he destituido al gobierno en interés del pueblo, del
país y de la defensa de la soberanía», declaró
ayer el rey Gyanendra en un discurso a la nación.
Rey y presidente
El soberano anunció que iba a asumir él mismo el poder.
«Hemos decidido formar un gobierno bajo mi propia presidencia»,
dijo antes de darse un plazo de tres años para «restablecer
el orden y la democracia».
Los medios de comunicación oficiales agregaron que se ha «decretado
el estado de emergencia en todo el país» por una duración
indeterminada, lo que suspende las libertades fundamentales. Algunos
artículos de la Constitución de 1991 que instauró
una monarquía constitucional fueron suspendidos, aunque no
se precisó cuáles.
Responsables políticos acusaron inmediatamente al soberano
de haber dado un golpe de Estado. El destituido Sher Bahadur Deuba
denunció «una violación flagrante de la Constitución».
«Se trata de una medida antidemocrática y condenamos
enérgicamente esta acción. Esta medida sume al país
en una grave crisis», dijo a través de un comunicado.
Oposición
Su partido, el Democrático del Congreso Nepalés, hizo
un llamamiento a oponerse a la decisión real y el ministro
de Educación, Bimalendra Niddhi, denunció «una
especie de golpe de Estado contra las prácticas democráticas».
Nepal es escenario desde 1996 de una rebelión maoísta
que controla gran parte del territorio y quiere reemplazar la monarquía
por un régimen comunista. |