Pretenden que se identifique al responsable
de que el medicamento falso haya llegado hasta el hospital de Viedma.
Viedma (Télam) > En medio de
un profundo dolor y con reclamos de «una investigación
a fondo», se realizó el viernes en el cementerio de Viedma
el sepelio de la joven Verónica Díaz, muerta el jueves
tras recibir una inyección de hierro adulterada.
Numerosos vecinos y amigos acompañaron a los padres y hermanos
de la muchacha, una familia de condición humilde que vive en
un departamento del barrio José María Guido de la capital
rionegrina.
Ningún miembro del entorno familiar quiso hacer declaraciones,
pero allegados a la víctima reclamaron «una investigación
que llegue al fondo de la verdad y permita identificar todos los responsables
de la adulteración y posterior venta del medicamento».
El cortejo fúnebre, integrado por más de doscientos
vehículos, transitó muy lentamente desde la sala velatoria
hasta el cementerio, bajo una lluvia por momentos muy fuerte.
Verónica trabajaba en un kiosco de la terminal de ómnibus
viedmense y en su tiempo libre desarrollaba actividades de catequesis
cristiana en el mismo complejo Fonavi donde habitaban desde hace 15
años.
La familia Díaz llegó a Viedma procedente de Mendoza
hace dos décadas.
La joven muerta fallecida el jueves mientras esperaba un urgente trasplante
hepático por los daños que le causó una inyección
de un medicamento falsificado, tenía tres hermanos varones
y dos mujeres, todos menores que ella.
Fuera del mercado
Por su parte, el Ministerio de Salud reiteró ayer que dispuso
el retiro del mercado el lote legítimo del medicamento «Yectafer»,
cuya falsificación y posterior aplicación causó
la muerte a una joven rionegrina.
La cartera sanitaria destacó que «se cumple en todo el
país el retiro del lote L03100718 del medicamento Yectafer,
producido por el laboratorio Astra-Zéneca», procedimiento
que concluyó el viernes.
La situación «se encuentra bajo control, habiéndose
ordenado la realización de inspecciones en diversos puntos
del país para verificar el cumplimiento de la medida»,
destacó el Ministerio en un comunicado.
La cartera sanitaria nacional denunció ante la Fiscalía
de Pesquisa de Medicamentos Ilegítimos y a la policía
la aparición de envases falsificados del medicamento Yectafer.
Un alto grado de adulteración
La inyección poseía más de tres veces
la cantidad de hierro que denería tener la medicación.
Buenos Aires (NA) > La inyección falsificada
que terminó desencadenando la muerte de una joven rionegrina
tenía «más de tres veces» el contenido de
hierro que tiene el medicamento original, afirmó el ministro
de Salud, Ginéz González García.
El funcionario sostuvo, además, que actualmente en la Argentina
el nivel de falsificación de medicamentos se ubica «en
aproximadamente un 3 por ciento», mientras que en los Estados
Unidos llega a «alrededor de un 5 por ciento».
En declaraciones a Radio Continental formuladas en la antevíspera,
González García señaló que todos los estudios
realizados hasta el momento determinaron «en un 99,9 por ciento»
que el medicamento que se le suministró a la joven Verónica
Díaz en la provincia de Río Negro y que le produjo un
grave cuadro hepático que desencadenó su muerte, era
falsificado.
En la Justicia
«El caso ya está puesto en manos en la justicia porque
es un delito grave de consecuencias gravísimas», afirmó
el ministro al referirse al episodio.
La chica, de 22 años, presentaba un cuadro de anemia y le fue
aplicada una inyección de «Yectafer», un medicamento
utilizado habitualmente en estos casos, que en la Argentina se comercializa
desde 1942.
«Cuando se produce una reacción ante un medicamento,
se desencadena una investigación de lo que se llama farmacovigilancia,
que va de determinar qué pasó con la persona, hasta
ver qué pasó con el lote, y eso se hizo en este caso.
El último informe que tengo dice claramente que el producto
había sido falsificado y que tenía mucho más
contenido de hierro del que debía tener, más de tres
veces», dijo el ministro de Salud.
Agregó que «el resto del lote estaba desde el año
pasado en el mercado, había sido usado reiteradamente y no
había habido ningún tipo de consecuencias».
La joven había sido internada el viernes de la semana pasada
en el Hospital Zatti de Viedma y dos días después trasladada
al Hospital Castex de San Martín, en el Gran Buenos Aires,
donde finalmente falleció en la víspera debido al agravamiento
del cuadro hepático.
Tras la investigación ordenada por el Ministerio y la actuación
de la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos
y Tecnología), se determinó que se trataba de un inyectable
que había sido falsificado y que no había sido producido
por el laboratorio que elabora actualmente ese producto.
A manera de recomendación, el titular de la cartera sanitaria
dijo que «la gente debe comprar medicamentos que estén
correctamente en su envase y digan que están autorizados por
el Ministerio de Salud» de la Nación.
«En este caso, el medicamento se vendió por una vía
legal, que es una droguería, pero a través de una maniobra
se introdujo un producto falsificado», que fue adquirido por
el hospital de la ciudad de Viedma, donde se lo dieron a Verónica.
Pese a todo, el ministro consideró que «más allá
de este terrible caso, el país tiene un gran sistema de vigilancia»,
aunque insistió en la necesidad de «tomar todos los recaudos
en las compras de medicamentos».
«No hay que comprar en lugares que no estén habilitados
para la venta, y no comprar si los medicamentos no tienen el envase
original», remarcó.
Fue comprada en Bahía Blanca
Mañana se definirá cuáles serán
los caminos judiciales que seguirán las autoridades provinciales
de Río Negro.
Viedma (Télam) > La partida adulterada
del medicamento que causó la muerte de la joven de 22 años
fue adquirida a través de una droguería de la ciudad
bonaerense de Bahía Blanca, cuyos dueños deberán
identificar a sus proveedores.
Así lo informaron el viernes a la prensa fuentes del Ministerio
de Salud de Río Negro.
Mañana en Viedma se reunirán autoridades sanitarias
nacionales y provinciales con miembros de la fiscalía de Estado
de Río Negro, para evaluar las acciones judiciales por el caso
de las inyecciones de hierro adulteradas que causaron la muerte de
Verónica Díaz.
El fiscal de Estado, Alberto Carosio, informó que «se
espera la llegada de autoridades del Instituto Nacional de Medicamentos
(Iname) que traerán todas las pruebas reunidas sobre la adulteración
del medicamento».
«El gobierno provincial nos dio precisas instrucciones en cuanto
a actuar con toda la severidad que el caso requiere, se efectuará
la denuncia penal correspondiente y se procurará identificar
los responsables de esta maniobra criminal» dijo a Télam
el funcionario.
La titular de la cartera sanitaria, Adriana Gutiérrez, sostuvo
que «hay que determinar cuál es el punto de la cadena
de comercialización donde se produjo la adulteración
del producto».
Todas las ampollas de Yectafer que estaban en las farmacias de los
hospitales rionegrinos fueron guardadas en cajas precintadas, bajo
actas elaboradas por la Escribanía General de Gobierno de la
provincia.
Lamentable
Díaz falleció en la madrugada del jueves en Buenos Aires
mientras esperaba un trasplante hepático urgente.
Sus funciones hepáticas habían quedado inutilizadas
tras recibir una inyección de hierro por un cuadro de anemia
en el centro de salud del barrio Guido, de Viedma.
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