El jefe de la Iglesia Católica
impartió ayer la tradicional bendición «urbi et
orbi» en varios idiomas desde la Plaza de San Pedro.
Roma (dpa) > El papa Juan Pablo II llamó
ayer al diálogo y al fin de la violencia en Irak, la Tierra
Santa y en Africa, al enviar su tradicional mensaje de Navidad y su
bendición «Urbi et Orbi» a todo el mundo.
«Que cesen tantas formas de creciente violencia, causa de indecibles
sufrimientos; que se apaguen tantos focos de tensión, que corren
el riesgo de degenerar en conflictos abiertos; que se consolide la
voluntad de buscar soluciones pacíficas, respetuosas de las
legítimas aspiraciones de los hombres y de los pueblos»,
dijo el Sumo Pontífice desde la Plaza de San Pedro.
Miles de creyentes desafiaron la lluvia y el frío para participar
en la ceremonia, la vigesimoséptima de Juan Pablo II como jefe
de la Iglesia católica.
El religioso, que estuvo acompañado de dos cardenales, recordó
especialmente a los habitantes de Africa e Irak. «Pienso en
África, en la tragedia de Darfur en Sudán, en Costa
de Marfil y en la región de los Grandes Lagos. Con gran aprensión
sigo los acontecimientos de Irak. Y ¿cómo no mirar con
ansia compartida, pero también con inquebrantable confianza,
a la tierra de la que Tú eres Hijo?», afirmó el
Pontífice, un fuerte crítico de la guerra de Irak dirigida
por Estados Unidos.
Ayuda
En este sentido, el Papa pidió ayuda a Jesucristo:
«Niño de Belén, Profeta de paz, alienta las iniciativas
de diálogo y de reconciliación, apoya los esfuerzos
de paz que aunque tímidos, pero llenos de esperanza, se están
haciendo actualmente por un presente y un futuro más sereno
para tantos hermanos y hermanas nuestros en el mundo».
El Papa, que sufre de Parkinson, habló con dificultad pero
mostró estar en buen estado de salud y pronunció en
62 idiomas la bendición «Urbi et Orbi» (a la ciudad
y al mundo).
Hay que impulsar con todas las fuerzas los intentos de paz que están
realizándose de forma vacilante pero esperanzadora, añadió.
La gente tiene que comprender que el único camino para lograr
la paz es rechazar el mal y seguir el bien con valor, subrayó.
El viernes, Juan Pablo II dirigió la tradicional Misa del Gallo
en la Basílica de San Pedro.
Durante la ceremonia cristiana, que fue seguida dentro de la iglesia
por miles de personas y por millones más a través de
la televisión, el jefe de la Iglesia católica afirmó
que el mundo sigue necesitando mucho escuchar el mensaje de paz de
Cristo.
Lectura
«Acuérdate de nosotros, hijo eterno de Dios,
que te encarnaste en el seno de la Virgen María. Te necesita
la humanidad entera, marcada por tantas pruebas y dificultades. ¡Quédate
con nosotros! Pan vivo bajado del Cielo para nuestra salvación
¡Quédate con nosotros para siempre!», dijo Juan
Pablo II durante su corta homilía, que leyó por completo
él mismo.
A diferencia de años anteriores y al contrario que el sábado,
el religioso se centró en cuestiones religiosas, sobre todo
el nacimiento de Jesús de Nazaret hace 2.000 años, sin
abordar temas políticos puntuales.
En la misa participaron también treinta cardenales y las lecturas
fueron hechas en español, portugués, inglés,
italiano, francés, alemán, polaco, filipino y swahili.
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