El objetivo es abastecer el consumo
local, en los próximos años, estimado en unas 26 toneladas
anuales.
Villa La Angostura > Tener
un vivero en el patio o plantitas de frutillas donde antes habían
flores o los chicos jugaban a la pelota se está haciendo cada
vez más común en Villa La Angostura. La siembra y cultivo
de frutas finas se ha extendido entre las viviendas familiares y pequeñas
chacras y pretende consolidarse como un nuevo atractivo turístico.
Vecinos y productores aspiran a cubrir la demanda interna de fruta
fina en los próximos dos años y para ello trabajan en
un ambicioso proyecto que incluye, en el futuro, la creación
de un espacio de producción y venta para el público.
Numerosos pobladores se sumaron al programa «Venda neuquino»
y hoy están embarcados en una empresa que pretende crear un
sello de origen de los productos; auboabastecer el mercado interno
y así sustituir la compra de fruta fina en localidades de la
región; y además aportar a la demanda de exportación
de los frutos que tiene la Cámara de Productores del Limay.
Se calcula que el consumo local es de 26 toneladas por año
y existe optimismo de llegar a cubrir esta demanda en los próximos
años.
Productores
En los alrededores de Villa La Angostura se estima que existen unos
400 productores, en lugares como Villa Traful, Cuyín Manzano,
el Perilago y Brazo Rincón, camino hacia la frontera con Chile.
La mayoría de estos productores se han nucleado en las Asociaciones
de Fomento Rural (AFR), figura a través de la cual reciben
la asistencia del programa provincial que aplica la Agencia Local
de Producción Agraria (ALPA).
En la localidad el programa se lanzó hace seis meses atrás,
con la intervención del Ministerio de la Producción
y la Cámara de Fruticultores del Limay. Así, en muchos
espacios se sustituyeron los antiguos manzanos por frutas de carozo
o finas.
Desde el sector oficial los pobladores reciben materiales, asesoramiento
y las plantas a un bajo costo para ser cultivadas. La ayuda en dinero
a los productores es de unos $1.000, que pueden devolver en cuatro
cuotas, luego del primer año de cultivo de las frutas.
Capacitación
El dinero que se recupera del programa se destina a otros
productores y también a acciones de capacitación o talleres,
por ejemplo, de envasado o márketing.
“El problema que tiene la gente que vive en Villa La Angostura
es la disponibilidad de tierra. Es escasa, pero muchos han optado
por sacrificar el patio donde antes jugaban los chicos a la pelota
para sembrar frutas”, explicó Rubén García,
el delegado de ALPA.
Añadió que, como agencia, la responsabilidad en el programa
«Venda neuquino» es hacer un seguimiento de los cultivos,
asesorar técnicamente a los productores y organizar las Asociaciones
de Fomento.
El próximo paso: cámaras de frío
Villa
La Angostura > Una de las metas previstas para los próximos
meses dentro del programa de producción de fruta fina es la
adquisición e instalación de cámaras de frío.
Actualmente se están realizando gestiones para contar con este
equipamiento en esta localidad y en el futuro también se pensó
en Villa Traful, ya que numerosos pobladores de ese lugar se están
sumando al programa de producción «Venda neuquino».
La instalación de las cámaras de frío vendría
como paso siguiente a la necesidad de resguardar el excedente de producción
y a partir de allí la intención es procurar una comercialización
en la región y en el mercado internacional, a través
de la Cámara de Productores del Limay.
De la misma manera, otra de las ideas es tener un espacio abierto
para la producción y venta de los productos, que se pensó
como un atractivo turístico. El proyecto es que el espacio
pueda ser visitado por los propios turistas cuando lleguen a esta
zona y allí mismo los productores podrían tener sus
stands para vender.
Un sello de origen
Villa La Angostura > Desde que comenzó
el programa de producción, se han implantado unas 25.000 plantas
de fruta fina, de diversas variedades en las zonas que rodean Villa
La Angostura.
“Creemos que se estará cubriendo alrededor del 65 por
ciento de la producción del consumo local, para los próximos
meses”, afirmó el responsable local del Alpa, Rubén
García.
Por tal razón –añadió- “no es una
meta irreal pensar que en dos años, en 2006, se podrá
cubrir la demanda local y de allí en más lograr excedente”.
“Se estima que el consumo es de unas 26 toneladas de fruta fina.
Actualmente ingresa de El Bolsón o Lago Puelo, pero esos lugares
no dan abasto con la demanda de toda la región y muchas veces
llegan frutas que El Bolsón compra en la zona del Valle”,
añadió García.
Destacó que por eso uno de los objetivos es “lograr que
exista un sello de origen, que englobe la zona de Villa la Angostura,
Traful y los parajes vecinos que están abocados a la producción”.
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