Santiago, (AFP-NA) > El
ex dictador chileno Augusto Pinochet pasó esta Navidad, en compañía
sólo de sus más cercanos, a la espera del crucial fallo
que se apresta a emitir la Corte Suprema para ratificar o anular una
orden de arresto en su contra por los crímenes de la «Operación
Cóndor».
El general Pinochet, de 89 años, un declarado seguidor de la
religión Católica celebró la Navidad en su residencia
del elegante barrio de La Dehesa, en el oriente de Santiago, junto a
su esposa Lucía Hiriart y algunos de sus hijos y nietos.
Este año, no obstante, el ex dictador no tiene muchos motivos
para celebrar.
Los festejos están marcados por un agravamiento de su salud y
el cerco judicial cada vez más estrecho que lo rodea por las
violaciones de los derechos humanos cometidas durante su régimen
(1973-1990), que dejó más de 3.000 muertos y desaparecidos.
Suspenso
La Corte Suprema dejó en suspenso su decisión sobre
el recurso de amparo que presentaron los abogados de Pinochet, para
evitar el arresto que ordenó el juez Juan Guzmán Tapia
el pasado 13 de diciembre, por los asesinatos y desapariciones forzadas
que dejó la «Operación Cóndor».
Para la familia Pinochet, la Navidad llegó una semana después
de que el ex dictador recibiera la extremaunción en el Hospital
Militar de Santiago, a donde ingresó el sábado pasado
tras sufrir un accidente cerebro-vascular, con pérdida de conciencia.
El ex dictador debe mantenerse en Santiago en total reposo y sin poder
viajar hasta su residencia de descanso en Los Boldos, 110 km al oeste
de Santiago, uno de sus lugares favoritos para pasar el verano.
A sus males de salud, Pinochet sumó esta semana la ratificación
por parte de la Corte de Apelaciones de Santiago de la orden de arresto
y procesamiento que dictó el juez Guzmán Tapia.
Responsabilidad
El juez inculpó a Pinochet por su responsabilidad en un homicidio
y nueve secuestros atribuidos a la «Operación Cóndor»,
que coordinó a las dictaduras del Cono Sur en la década
de los setenta para el exterminio de opositores.
La resolución definitiva sobre el futuro procesal del ex dictador
quedó en manos de la Corte Suprema. |