Durante el acto se destacó la
buena posición que ocupa la provincia a nivel nacional, en las
estadísticas de desnutrición y mortalidad infantil.
Neuquén > Llenaron muchos papeles
y recorrieron pasillos durante años, pero la espera no fue
en vano, consiguieron una pensión para lo que resta de sus
vidas, un verdadero alivio cuando el dinero no alcanza y el cuerpo
no responde para trabajar. Son 63 neuquinos con discapacidad o problemas
de vejez por la edad, quienes recibieron una indemnización
por parte del gobierno de la provincia.
El acto de entrega se llevó a cabo ayer por la mañana,
en el salón de acuerdos de la Casa de Gobierno. Las autoridades
presentes, entre ellas la coordinadora del Programa provincial de
Becas, Liliana Planas de Sobisch, y la ministra de Acción Social,
María Oscos, entregaron personalmente el sobre con la pensión
a cada uno de los beneficiarios.
La diferencia
Planas habló de la posición destacada de los
índices de desnutrición y mortalidad infantil de Neuquén
en relación con el resto de las provincias argentinas. «No
es una casualidad», dijo, sino que es producto de «un
trabajo que se lleva a cabo desde hace muchos años, a través
de una política social muy importante».
«Si continuamos apostando a la educación, a la salud,
a la justicia, seguramente muchos van a tener más posibilidades
de estar contenidos y ser atendidos» sostuvo Planas, y expresó
su deseo de que «trabajemos para que esos recursos bien distribuidos
estén en manos de todos los neuquinos y que tengamos una mejor
calidad de vida».
Por su parte, la ministra de Acción Social sostuvo que el gobierno
de la provincia realiza la entrega de pensiones «desde hace
años, en forma continua y constante», que esto es fruto
de «una decisión política de sostener este recurso
para nuestra población» y que «es un paso más
que da el gobierno de la provincia en pos de la mejora de la calidad
de vida».
Un ejemplo
Oscar Gallardo es uno de los chicos que recibió la pensión
luego de 10 años de espera. Sus ojos se llenaron de lágrimas
y apretó la mano de su madre al escuchar que lo llamaban para
entregarle el sobre. Es que Oscar, de 29 años, sufre un daño
cerebral con retardo psicomotor, pero a pesar de ello trabaja a diario
en una calle neuquina, lavando autos. Liliana Planas se acercó
a él y lo felicitó, su ejemplo es muy valioso para la
sociedad. |