Por Gustavo Franco El
aprovechamiento de la especie ya es considerada una producción
alternativa que año a año gana más terreno en
la Patagonia.
Cerro Policía (Enviados especiales) > De octubre
a noviembre de cada año, los contados productores que se dedican
a la cría y aprovechamiento de guanacos en Río Negro,
realizan la esquila y el acopio de uno de los recursos más
cotizados a nivel mundial.
En el caso de Rubén Biegler, un criador nuevo en la actividad,
la esquila se realizó durante el fin de semana. Se trata del
criadero «Los Girasoles», que está ubicado en el
Cerro Policía, a 100 kilómetros al sureste de General
Roca. Como particularidad vale citar que éste es el primer
año que Biegler esquila alrededor de cien guanacos, que son
los que tiene en su emprendimiento de semicautiverio.
Junto al inspector de la Dirección de Fauna de Río Negro
–que es el organismo que regula la actividad-, su esposa, los
tres pequeños hijos y algún que otro colaborador, el
criador procedió a la esquila. Según algunas estimaciones
rápidas, podría obtener cerca de 50 kilos de uno de
los pelos más finos y más caros del mundo junto al de
la vicuña. Por supuesto que todo sería diferente si
a ese recurso, tanto Biegler como muchos otros emprendedores, pudieran
agregarle valor, lo que sin duda aumentaría el precio.
Pero por el momento –aclara el criador- el pelo se vende «al
barrer» y con valores que podrían oscilar entre los 100
y 150 dólares el kilogramo.
La actividad se inició el sábado muy temprano con el
celoso control de Martín Cristóbal, de la delegación
de Fauna de Los Menucos. Pero éste no es sólo un inspector
si no que asistió técnicamente y en la práctica
a Biegler.
Método
Existen dos formas de esquilar al camélido y ambas se practicaron
en Cerro Policía.
Una de ellas es la que se probó por la mañana: la que
implica agarrar al animal, maniatarlo y pasar la máquina intentando
que el animal se mueva lo menos posible (algo que no es fácil).
La segunda alternativa es con la se arrancó la tarde del sábado
y consistió en estaquear al guanaco (maniatado de pies y manos,
acostado en el piso y las sogas tensadas en ambos lados).
Este último método permite que, mientras alguno de los
operarios tranquiliza -y sujeta- al animal, la máquina se deslice
por el guanaco en forma regular. De esa manera, se logra un mejor
aprovechamiento del pelo, además de que el animal tenga menos
estrés y hasta se reduce al mínimo la posibilidad de
que sufra alguna herida.
Sin embaro, en ambos casos, se le tapa la cabeza para tranquilizar
al animal.
Un hecho que demuestra lo familiar de este tarea productiva, fue lo
que llamó la atención del fotógrafo de este diario.
Una de las hijas de Rubén Biegler, de sólo seis años,
se acomodó junto a un guanaco estaqueado y comenzó a
acariciarlo. Por su parte, los otros dos pequeños también
hicieron su aporte a lo largo de la extensa jornada de trabajo.
Mientras avanzaba la esquila, el resto de los animales se mantuvo
lo más lejos posible ya que sólo el ruido de la esquiladora
fue suficiente para advertir que algo raro estaba sucediendo en ese
sitio.
Un emprendimiento familiar
En este
tipo de emprendimiento trabajan no sólo los grandes, sino que
hasta los más chicos colaboran con diversas tareas.
Cerro Policía > Mientras una de las pequeñas
hijas de Biegler le da leche en mamadera a uno de los chulengos, los
otros pequeños ayudan a realizar los preparativos para la esquila.
Es que en ese emprendimiento, toda la familia trabaja; los guanacos
se muestran sociables y dentro del corral, siguen de cerca a cualquiera
que ingrese. Incluso, son varios los animales que, como posando para
la foto, se acercan al fotógrafo afinando su olfato.
Pero todo cambia cuando alguno de los operarios comienza a preparar
la esquiladora, por lo que en grupo se alejan para observar lo que
pasa desde lejos.
Una vez esquilado, el trabajo es casi sincronizado; uno le coloca
un rótulo que identifica la bolsa donde se guardará
el vellón, mientras el inspector de Fauna vuelca en una planilla
los datos del ejemplar. Uno de los pequeños acerca a Biegler
un extraño envase de aerosol que se usa para limpiar la herida
que produce la máquina en algunos animales.
Todo el pelo que se extrae se compone de tres tipos material: el denominado
«petacerío» que es generalmente la parte blanca
de la panza y patas, el vellón (marrón) que corresponde
al lomo y que es lo que más vale, y dentro de este último,
la cerda que es la se debe extraer del vellón.
Muchas de las compra de pelo se realizan a granel, es decir todo el
material obtenido de la esquila.
La demanda
Si bien las cualidades de la fibra de guanaco son similares a las
de la vicuña, las prendas elaboradas con la primera tienen
altos precios y el mercado consumidor de este tipo de productos es
limitado. Quien adquiere una prenda confeccionada a base de estas
fibras desea satisfacer sus necesidades de poseer un bien de excelente
calidad y exclusivo. Esto lleva a plantear que probablemente la demanda
de estos productos sea considerablemente elástica, es decir,
ante un aumento de la cantidad ofrecida, el precio del producto se
reduce más que proporcionalmente.
El mercado de fibras
La fibre
que se obtiene de los guanacos posee una gran calidad y es muy apreciada.
Neuquén > Por sus particulares características
longitud, micronage y resistencia al lavado entre otras cosas; las
fibras provenientes de estos animales se encuentran agrupadas bajo
la denominación de fibras laneras “finas o apreciadas”.
Este tipo de fibras representan sólo el 2.6% del total de las
fibras laneras comercializadas en el mundo, y particularmente las
fibras textiles provenientes de camélidos sudamericanos (domésticos
y silvestres) constituyen el 0.1% de este total.
Pese a la escasa incidencia de estas fibras en el mercado internacional
de fibras, pueden identificarse en su estructura y funcionamiento
situaciones que le confieren ciertas particularidades.
Estructuralmente este mercado puede ser considerado oligopólico
debido a muy pocas empresas son las que operan en la compra y posterior
comercialización de la fibra, principalmente en el mercado
internacional. Esta ventaja les permite a las empresas distorsionar
significativamente los precios de la fibra, tanto el precio percibido
por los productores como el pagado por los compradores finales esta
fibra. Esta situación suele identificarse en los productores
que poseen una escala de producción pequeña o mediana,
los cuales comercializan su producción en almacenes o pequeños
acopios locales. Los acopiadores a su vez comercializan la producción
a otros acopiadores de mayor envergadura y finalmente llegan a Buenos
Aires donde son adquiridas por alguna de las empresas exportadoras
oligopólicas que conoce y maneja los mecanismos necesarios
para la exportación de la producción.
Este escenario dificulta en gran medida la estimación de los
ingresos y consecuentemente relativaza las aseveraciones sobre la
viabilidad económica de los proyectos de inversión destinados
a pequeños y medianos productores, ya que los precios recibidos
por estos no son los mismos que los generados en el mercado mundial.
Un objeto de caza
Neuquén
> El guanaco se constituye en parte del paisaje patagónico,
aunque su población disminuyó drásticamente a
lo largo de este siglo, ya que entre otras cosas, fue objeto de caza
furtiva e indiscriminada, se lo consideró plaga y en la medida
que se extendió la ganadería ovina, compitió
por las pasturas.
Sin embargo desde principios del siglo pasado se viene planteando
la conveniencia de desarrollar sistemas productivos que incorporen
al guanaco, dada la adaptabilidad de la especie y la posibilidad de
obtener valiosos productos, algo que hizo que cambiara la opinión
sobre estos animales.
Recurso Patagónico
El guanaco (Lama guanicoe) es una especie de camélido autóctona
de la patagonia.
Se estima
de acuerdo al último estudio del INTA Bariloche (2002) que
la población en estado silvestre en toda la región sur
es de 500 mil ejemplares.
Desde el
año ’92, la especie se encuentra incluida en el Apéndice
II de la Convención Cites con sede en Ginebra. Ese rango implica
el control de las autorizaciones para la captura de chulengos y adultos
de su hábitat natural.
El pelo
de guanaco tiene entre 9 y 13 micrones, característica que
la ubica junto al de vicuña o alpaca (a menos micrones, mayor
calidad y demanda)
El rinde
de un adulto es de aproximadamente 500 gramos de pelo.
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