Una historia de pioneros que creyeron
en el futuro, antes de la llegada del tren y anteriores también
a la fundación de la nueva capital del Neuquén.
Norma Linares y Eduardo Jorge Linares nacieron en Neuquén.
Según afirman los primos Norma y Eduardo “ Los eucaliptos
que hay en la Diagonal Alvear los plantaron el día del árbol
los hermanos Roberto y Alfredo Linares, hijos de Manuel.”
El abuelo legendario
El abuelo Linares llegó entre 1901 y 1902 e inauguró
el Almacén de Ramos Generales, Gran Hotel “La Nacional”
junto con sus hermanos. Luego Pedro se asoció con Ángel
Pérez y abrieron otro almacén en la intersección
de avenida Argentina y San Martín, es el mismo Pedro Linares
que fue el primer presidente del Concejo Vecinal, diecisiete meses
después de haber sido declarada oficialmente Neuquén
capital del Territorio.
La historia lo recuerda con estas palabras: “ El 11 de marzo
de 1906 se realizan elecciones quedando conformado el Concejo con
la presidencia del vecino don Pedro Linares y los concejales don Miguel
Mango, don Domingo Mazzoni, don Joaquín Portela y don José
María Pérez.”
Amor y matrimonio
“Cuando llegaron de España, en Paysandú (Uruguay)
los tres hermanos se enamoraron de tres hermanas de la familia Canevaro
–relata Norma- . En esa localidad se casaron los hermanos Pedro,
Joaquín y Manuel con las hermanas Ana, Àngela y Rita.
Los Linares eran hijos de don Máximo Linares y María
Díaz, nativos de Marín, provincia de Pontevedra.
“El abuelo Manuel fue el primer vicecónsul de España,
casado con Rita Canevaro. Sus hijos fueron Roberto, Alfredo y María
Antonia. Roberto Linares se casó con Adelina del Carmen Astete,
nacida en la localidad rionegrina de Allen, y fueron padres de Carlos,
José Raúl, Rodolfo, Susana, Eduardo Jorge, Luis y Nélida.
Por su parte Alfredo –indica Eduardo Jorge- se casa con Rufina
Tapia y tienen dos hijas Norma y Alicia Elena.”
La tía María Antonia, recordada profesora de música
de la capital, es la que atesoró los instantes más trascendentes
de la vida de su familia, y se los dejó a sus sobrinos.
Familia neuquina
Norma y Eduardo Jorge, nietos del pionero Manuel Linares, cuentan
con el mayor tesoro : la historia y las imágenes de sus antecesores.
Al abuelo Manuel no llegaron a conocerlo, pero de la lectura de periódicos
de la época e historias contadas por sus padres lograron que
la visión del abuelo se entrelazara con la del pionero que,
llegado desde España con sus padres y hermanos, apostó
al futuro del caserío antes de la fundación de la capital.
Norma, casada con José Avellaneda oriundo de la provincia de
Córdoba, tiene tres hijos Gustavo, Juan José y Norma
Alejandra y tres nietos Jimena, Elizabeth y Florencia. Su primo Eduardo
Jorge casado con María Rosa Troviano, también neuquina,
tienen dos hijos Sergio y Graciela y tres nietos Laura, Sergio (h)
y Ximena.
“Nosotros no tuvimos la suerte de conocer al abuelo –afirma
Norma Linares- . Sabemos que era un hombre alegre, fundador de la
Asociación Española de Socorros Mutuos, tan querido
en la ciudad que el día de su fallecimiento ocurrido en la
década del ’30 cerraron todos los comercios en señal
de duelo.”
“Fue considerado el primer comerciante radicado en la ciudad
de Neuquén – agrega Eduardo Jorge- . Él era un
hombre que hacía todo a lo grande. No hacía ahorros
ni para la ayuda ni para compartir la alegría. Nuestros padres
nos contaron que un día quiso hacer una corrida de toros en
la ciudad y los toros se le escaparon. Por suerte, no pasó
nada grave.”
Roberto Linares, uno de los tres hijos del legendario Manuel, se casó
a los 37 años, trabajó en la policía, luego en
el Banco de la Nación y en los años ’40 fue Juez
de Paz en Piedra del Águila. Roberto, Alfredo y María
Antonia fueron alumnos de la Escuela Nº 2 y al igual que los
padres siempre estuvieron presentes en cualquier beneficencia o ayuda
que se pudiera realizar.
Roberto y Alfredo Linares continuaron asociados en “Linares
hermanos”, convirtiéndose en los primeros agentes de
YPF en la zona, fueron distribuidores oficiales hasta el año
1964 en el local de Corrientes y Mitre.
María Antonia, la maestra de música de la capital ,
egresó del Instituto Santa Cecilia de la Capital Federal. Tanto
Alfredo como Roberto hicieron los estudios secundarios en Bahía
Blanca donde vivían sus tíos Joaquín Linares
y Ángela Canevaro.
“Roberto y Alfredo eran muy unidos,- indica Norma- tan unidos
que fallecieron los dos el mismo año con una diferencia de
cuatro meses.”
En la actualidad, Norma y Eduardo , memoran con alegría , las
historias de las dos generaciones pioneras que les precedieron.
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