Los Pericos realizaron su primera actuación
masiva luego del retiro de su vocalista histórico, Bahiano.
Neuquén > El «power» trío
Divididos cerró el viernes por la noche la sexta fecha del
Quilmes Rock Festival con una sólida actuación en la
que recorrió su historia musical.
Previamente, en un contundente set los mexicanos de Café Tacuba
habían dado cuenta de su estilo heterogéneo y ecléctico
y de su capacidad sobre el escenario.
Desde las 16 de ayer el estadio de Ferro fue convocando a jóvenes
y no tanto en los tres escenarios habilitados para el mayor acontecimiento
de rock del año, que se inició el pasado viernes 1 con
la actuación de Fito Páez y Luis Alberto Spinetta.
Por los escenarios alternativos circularon Rosario Bléfari,los
platenses de Estelares, Ely Guerra o Nico Cota, entre otros. También
lograron una buena recepción las presentaciones de Emmanuel
Horvilleur y su arsenal funky erótico o la spinettiana propuesta
de Ariel Minimal con su agrupación Pez.
México
La banda de reagge local Los Pericos dio paso a las 20.45 al eclectisismo
de los mexicanos de Café Tacuba que en un show de alto impacto
desplegaron un amplio collage musical.
El cuarteto arrasó el estadio de Caballito. La balada «Eres»
u «Ojalá que llueva café», de Juan Luis
Guerra, matizaron con rancheras, música tradicional mexicana
-Agustín Lara y Chavela
Vargas estuvieron presentes-, el rock tradicional o las bases electrónicas
y la introducción de un baterista por primera vez desde el
lanzamiento de su último disco, «Cuatro caminos».
Los clásicos «Ingrata», «Una chica banda»,
«Cómo te extraño mi amor» y «Déjate
caer», cerraron una presentación de lujo.
Pero aunque Ferro se encontraba a esa altura en estado de máxima
ebullición faltaba todavía la imprescindible cátedra
de rock que ofreció Divididos.
Con un joven Catriel Ciavarella (ex MAM) defendiendo los parches,
la dupla Mollo-Arnedo salió al ruedo ofreciendo potentes versiones
de «El 38», «Qué tal» y «Paraguay».
En homenaje a su idolatrado Jimmy Hendrix, Mollo arremetió
su destreza en el wah wah con una excelente versión de «Little
wing» y hubo tiempo después para una avasallante reinvención
de «El arriero», de Atahualpa Yupanqui. También
fueron notables las interpretaciones de «Cajita musical»
o «Cielito lindo», el momento más alto de la noche
coronado con un pogo multitudinario. |