Neuquén > En un
escenario que sólo contiene una silla, Grisel Nicolau se transformará
en cuatro mujeres diferentes. Será María Kilina, una joven
campesina que arrastra su herencia familiar de sometimiento. También
será una nena que descubre su cuerpo y sus deseos, y mutará
a una artista que sabe de amores y desamores. También será
una mujer que reclama, que no quiere guardar silencio.
“La culeada” es la obra que, basada en el cuento homónimo
del escritor cordobés Humberto Bas, narra una historia de una
mujer que pueden ser todas las mujeres, alternando momentos de paz con
los mayores padecimientos.
“Si bien cambió la forma a partir de los personajes que
agregué, la esencia de lo que se cuenta es la misma. Estamos
insertos en una cultura que pregona como natural que el hombre es violento.
Se trata de una historia muy cruda que hacía años quería
llevar a escena -explicó Grisel-. María Kilina decide
revelarse contra su destino, le cuesta caro pero es el paso que debe
dar”.
Límites
En el relato van apareciendo los cuestionamientos a los rectores
históricos (la sociedad, la iglesia, las mujeres mismas) de
los márgenes impuestos al lado femenino de la humanidad, en
especial en relación con el sexo.
Es protagonizado por Grisel Nicolau, que se encargó también
de la recreación del cuento con la asistencia de José
Luis Valenzuela en la estructuración de dramaturgia. La dirección
está a cargo de Paula Mayorga, la musicalización es
de Mario Silveri y la iluminación de Marcos Sandoval. “La
culeada” se estrenará en la Sala II del Teatro Conrado
Villegas esta noche, a las 22, y se podrá ver todos los viernes
de octubre a la misma hora.
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