“Me encariñe con Pacífico”
dijo el “1”, convertido en un motivador dentro de la cancha,
todo un símbolo y líder natural en el elenco aurinegro.
Neuquén > Pocas veces un jugador
tiene tan decidida influencia en el rendimiento de un equipo. Y esto
en Pacífico lo reconocen todos: Sergio Ciattaglia (35 años),
además de defender su arco y ordenar la última línea,
se convirtió en el técnico de los decanos dentro de
la cancha.
Con el consentimiento del entrenador Héctor “Lucho”
Sepúlveda, el arquero transmite toda su experiencia en las
charlas técnicas e incluso, habla y corrige en forma permanente
los movimientos de sus compañeros. Y la fórmula da resultados:
dos triunfos, dos empates y una derrota, para que el aurinegro esté
ahí nomás, en la Zona B del torneo Clausura de Lifune.
¿Como surgió la chance de llegar a Pacífico?.
Cuando entramos en el receso del Argentino A, Oscar Monsálvez
me brindó la posibilidad de venir a Pacífico y realmente
me gustó. En Cipolletti, “Mingo” Perilli -aunque
nunca me lo dijo a mí-, no me tuvo en cuenta y entonces, decidí
continuar en este club que me abrió las puertas. La propuesta
es linda, nos pusimos a trabajar con chicos muy humildes, que le meten
mucho sacrificio a lo que hacen y, gracias a Dios las cosas están
saliendo bien. Yo vivo de esto y reconozco el esfuerzo que hace la
gente que me trajo.
¿Hubo ofertas para continuar en otro nivel competitivo?.
Me vino a buscar Puerto Madryn, pero aposté a Neuquén.
Hubo contactos con Centenario y Alianza, que por ahora no prosperaron.
Realmente me quiero quedar en la zona, me gusta mucho y estoy cómodo.
Tengo buena relación con los dirigentes Luis Boschi y “Beto”
Ramírez de Cipolletti, ellos saben la clase de persona que
soy y decidieron dejarme el departamento donde estoy viviendo.
¿Lo atrapó un sentimiento especial en Pacífico?.
Me encariñe con Pacífico, con mis compañeros
y con la gente. Yo deseo de corazón llevarlo a lo más
alto posible, sólo no lo voy a hacer, pero un granito de arena
le voy a poner. El grupo en Pacífico es muy lindo, por eso
lo ideal sería clasificar y si tiramos todos juntos, lo podemos
conseguir. Uno lo que más quiere es que Pacífico vuelva
estar entre los equipos grandes de Neuquén.
Pero por la tradición futbolística decana,
se percibe poco respaldo de los hinchas, cierta falta de colaboración.
Si los resultados acompañan y la campaña es buena, yo
creo que la gente va a volver a Pacífico y van a colaborar.
Sabemos que es difícil mantener el fútbol de una institución,
pero con la colaboración de sponsors se puede levantar. Monsálvez
y la gente que lo acompaña están haciendo un vestuario,
quieren ponerle césped a la cancha, ya tienen el riego y todo
eso es muy importante para el jugador. El apoyo se logra si el equipo
está en los primeros lugares, si está arriba la gente
se acerca, pero si está último no va nadie.
Como se hace para cumplir la doble función de arquero
y técnico dentro de la cancha.
De atrás se ve todo y tengo la suerte de ser un poco la voz
de mando. Más o menos uno entiende como acomodar a los chicos,
ellos hacen caso y estamos realizando un trabajo en conjunto con “Lucho”,
él de afuera de cancha y yo de adentro, por eso Pacífico
está ordenado. Tenemos la suerte de tener un técnico
inteligente y muy buena persona. Yo a lo mejor le puedo aportar algo,
porque soy el que más hablo.
Y ahora, este domingo tienen un partido duro en Zapala.
Todos los equipos son parejos en la Liga. Ellos (Unión), allá
empataron dos y perdieron dos afuera. Será un partido duro,
pero tenemos que ser inteligentes en el planteo.
Trayectoria
Empecé en Rosario Central a los 15 años, hasta que
a los 22 con dos años de contrato, me vendieron a Cobreloa
de Chile. Después estuve en Central Córdoba, en el Nacional
B; estuve cuatro años en Olimpo de Bahía Blanca; pasé
a Juventud Antoniana de Salta y tres años en Cipolletti.
El recuerdo más importante
Fue en Cipolletti. En el 2002, apenas llegué tuvimos que jugar
la promoción con Bella Vista de Bahía Blanca para mantener
un lugar en el Argentino A. Perdimos allá 2 a 1, ganamos acá
2 a 1, fuimos a la definición por penales, atajé el
cuarto y me tocó tirar el quinto penal, lo hice y nos salvamos.
Si perdíamos, Cipolletti volvía a jugar en la Liga,
por eso la gente me lo reconoce y puedo caminar tranquilo por la ciudad,
porque hice en la historia del club.
Los mejores compañeros
Me sigo viendo mucho con los arqueros. Castellanos, es el padrino
del nene mío; con Buljubasich nos criamos juntos; el “Pato”
Abbondanzieri es primo mío y también tengo una gran
amistad con Bonano. Generalmente a fin de año nos reunimos.
Después, otros grandes amigos son Hernán Díaz,
Bisconti, Chamot, Pizzi.
El referente en el puesto
El “Pato” Fillol atajando y Gatti saliendo. También
me gusta el estilo de Navarro Montoya. Y ahora hay chicos con grandes
condiciones, como Lucchetti.
Y un técnico Don Angel Tulio Zof, es el hombre que me dio todo
en Central. También Ricardo Palma y el “Nano” Areán,
fueron excelentes técnicos en mi carrera.
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