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Por Raúl Pascuarelli
Sesudo análisis de los elementos lingüísticos
que componen y dan origen al nombre y la correcta denominación
de la provincia a diferencia de la ciudad.
A pocos días de haberse celebrado el centenario de la fundación
de Neuquén nos ha parecido propicio, referirnos a un tema sobre
el cual mucho se ha hablado, pero que sigue siendo motivo de frecuentes
consultas, se trata del significado de la palabra Neuquén.
Al no ser especialistas en el tema, para dilucidar la cuestión
vamos a tener en cuenta la opinión de tres estudiosos, el Dr.
Gregorio Alvarez, Juan Mario Raone y Rodolfo Casamiquela que han dedicado
mucho tiempo a buscar la significación del citado vocablo o
fonema, de una palabra que no se encuentra en ningún diccionario
de la lengua araucana o mapuche.
La ciudad toma su nombre del río Neuquén, que también
se lo da a la provincia, con una diferencia que nos parece necesario
hacer notar, la ley 1532 al crear el territorio le asignó el
nombre del Neuquén, denominación ratificada por la asamblea
constituyente en la constitución que le dio el rango de provincia.
En lo que respecta a la ciudad su nombre está dado por los
decretos y leyes referentes a su fundación, que dejan de lado
la partícula del, lo cual fue ratificado por su carta orgánica
municipal. Por lo dicho al referirnos al nombre de la provincia debemos
decir del Neuquén, y en lo que respecta a su ciudad capital,
debemos nombrarla Neuquén.
Opinión del gran maestro
Hecha esta aclaración, trataremos de echar luz sobre
el significado de su nombre. Expresa el Dr. Alvarez, en sus medulosos
trabajos, que el topónimo Neuquén, está implícito
en el tronco mismo del idioma mapuche, mal llamados por algunos, según
el estudioso, araucano. Nos informa que para desentrañar la
acepción de dicho término le fue necesario recurrir
al análisis etimológico en la lengua madre, debiendo
buscarlo en las raíces de sus palabras más primitivas:
las que designan a los elementos primarios de la naturaleza, tales
como el agua, el aire y la tierra.
Consideró que Neuquén derivaba de dos partículas
formativas. Estas partículas denotan acción o movimiento
y son “neuén” y “koén” y terminan
en el verbo “en” que en mapuche significa ser, haber,
estar y tener, de acuerdo a lo dicho si se descompone la partícula
“neuén” en sus elementos primarios, “neu-en”,
significa literalmente “...fuerza-tener.” . Si se hace
lo mismo con la partícula “koén”, queda
“ko-en”, que significa literalmente “... agua-tener.”.
Indica Don Gregorio que por razones de cacofonía o buen sonido,
el uso hizo perder en la partícula el sonido de la o por lo
que se pronuncia “k’en”. Al unirse las dos partículas
el verbo en solo queda en la segunda, de modo que el vocablo queda
constituido como Neu-k’en, pero por una razón de “latinidad”
se escribe Neuquén. Alvarez termina su extenso trabajo sacando
la siguiente conclusión: “...el río Neuquén
o Neuquén leuvu de los primitivos Pehuenches, significa: río
de agua que tiene fuerza. Como la idea de fuerza en un río,
implica la ser correntoso, la significación mas ajustada es
la de un río fuertemente correntoso, por lo cual puede ser
aceptada la acepción que le adjudica don Félix San Martín,
es decir, la de atrevido, arrogante y audaz, que aunque parte de una
etimología caprichosa, sugiere un gran cariño en forma
figurada a una condición del río, porque si es fuertemente
correntoso, también los es potente, vigoroso y arrollador,
como lo fueron los Pehuenches...”.
Gran investigación
Por su parte Juan Mario Raone ha indagado minuciosamente sobre las
formas en que se encuentra escrito el topónimo Neuquén.
Nos informa que en el debate de la ley nacional 215, el diario de
sesiones lo hace figurar como Neuquen (sin acento), Neuquén,
Neuguén o Neuguen. Por otra parte señala que Olascoaga
primer gobernador del territorio en varios de sus libros y mapas lo
cita Neuquen, de la misma manera que el presidente Avellaneda lo menciona
en su Mensaje al Congreso, para solicitar dinero para financiar la
“campaña militar al Río Negro y al Neuquen”,
sin embargo el presidente Roca en su mensaje al Congreso lo menciona
en el mismo texto de dos maneras diferentes, dice primeramente Naunquen
y luego Nauquen. Por otra parte Raone, cita al señor Doroteo
Prieto, vecino de Pilo Lil, quién contaba haber escuchado a
don Lorenzo Huenafil, indio centenario de Aucapan, decir que el nombre
del río era apócope de “Neuquelén”,
porque el río Neuquén se vadeaba neuquelen, que significa
“agarrado de la cola del caballo”.
Mas allá de todas esta opiniones, nos asociamos a lo que expresó
el historiador Pablo Fermín Oreja, cuando refiriéndose
al tema nos decía que “Neuquén es una palabra
mágica, porque es capicúa, con resonancias históricas
y sentimentales “ y recordaba lo que alguna vez un amigo le
había dicho en relación al topónimo: “...para
mi el término deriva de la palabra “Ñuque”
que significa madre, y que por ello podía ser el río
madre de los neuquinos “ y etimología y vocablos al margen,
vaya si lo ha sido y seguirá siendo.
(*)Presidente de la Junta de Estudios Históricos de
Neuquén. Director del Sistema provincial de Archivos (SPA).
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