El renacimiento de un mural y la
conjunción del arte con la literatura

 
 
Dos grandes de la paleta: Luis Tomasello y Alberto Cedrón, juntos en Neuquén.
Alberto Cedrón y Luis Tomasello ofrecieron una charla acerca de su amistad con Julio Cortázar, y presentaron dos libros realizados con el escritor.


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  Participaron el secretario de Cultura de la Nación, Torcuato Di Tella, y la profesora Lila Caimari.

Neuquén > Por aquellas curiosidades de la historia, un lazo de amistad y relatos del exilio unen a Neuquén con Julio Cortázar y con dos artistas de la talla de Luis Tomasello y Alberto Cedrón.
En el recientemente inuagurado Museo Nacional de Bellas Artes un mural donado por Tomasello pasó a ser parte de la colección permanente. Por otra parte, otro mural que desde hace más de treinta años cubre una de las paredes del subsuelo de la municipalidad volvió a lucir flamante hace dos días, cuando Alberto Cedrón concluyó el proceso de restauración de su obra.
Ademas, ambos artistas tuvieron una estrecha amistad con el escritor argentino-francés Julio Cortázar, autor –entre otras grandes obras- de “Rayuela”, “Todos los Fuegos el Fuego” e “Historias de Cronopios y de Famas”. Ayer, en la Sala de Conferencias de la Municipalidad de Neuquén, brindaron una charla acerca de su relación con el genial autor, de la que participaron el secretario de Cultura de la Nación, Torcuato Di Tella, el secretario de Cultura local, Oscar Smoljan, y la profesora Lila Caimari.

Poemas y dibujos
Tomasello y Cortázar fueron autores conjuntos de los libros “Un elogio del 3” –prácticamente desconocido en nuestro país- y “Negro el 10”. El primero se inspiró en un estudio de los colores primarios que estaba haciendo el pintor, que fue uno de los precursores fundamentales del arte cinético. Las líneas quebradas rojas, amarillas y azules inspiraron los poemas de Cortázar que completan la publicación.
“Negro el 10” es, por otra parte, una colección de poemas cortazarianos ilustrados con una serie de serigrafías de color negro de Tomasello. El libro fue finalizado en los últimos días del escritor, e inclusive algunos ejemplares fueron firmados en una de las tantas vistas que su amigo le hacía en el hospital en que estaba internado. Ambos libros fueron presentados ayer en medio de recuerdos y anécdotas de la vida compartida por los artistas.

Al rescate de los colores
También se presentó en sociedad la historieta “La raíz del Ombú”, con ilustraciones de Alberto Cedrón y texto de Cortázar. El libro es a todo color y estará en las librerías a partir de diciembre próximo, una vez hecha su presentación oficial en el Museo de la Recoleta de Capital Federal. El pintor estaba de visita en la ciudad desde hace un tiempo culminando con su tarea de restauración del mural.
Ayudado por el pintor Luis Padilla –actual director de Exposiciones de la Sala de Arte Emilio Saraco de esta ciudad- Cedrón volvió a dar vida a los colores originales de la obra, que reproduce la vida en la Patagonia contada por su tío César, fundador en Santa Cruz de la minera Aluminé y habitante de Neuquén.
“Él era un personaje que creaba escuelas por todo el país y siempre me hablaba del sur. En un paso por la ciudad decidi, en su memoria y porque él siempre fue una inspiración para mí, dedicarle este mural, que si bien no tiene nombre podría ser ‘Al tío César’”, rememoró Cedrón.

 

 


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