El anciano defendió a su mujer
y le asestó una puñalada en el pecho. El ladrón
se encuentra internado y su estado es grave
Centenario
> Un matrimonio de jubilados de esta localidad se vio
obligado a “hacer justicia por mano propia”. Los ancianos
fueron asaltados en su propia vivienda las últimas horas de
la noche de sábado.
Tras soportar el hostigamiento de un delincuente armado con una pistola
de grueso calibre, una de las víctimas de 66 años, le
asestó una puñalada en el abdomen valiéndose
de un cuchillo “carnicero”, mientras su esposa reclamada
auxilio.
Pero la situación no se detuvo ahí. Antes de que el
delincuente pudiera reaccionar, la esposa de la víctima, una
mujer de 61 años, golpeó al malviviente varias veces
en la cabeza con una olla de cocina, que pudo tomar en ese momento.
El individuo, de unos 24 años y que había sido condenado
por otro delito y que gozaba del beneficio de la libertad condicional,
se encontraba internado “muy grave” en el hospital Castro
Rendón de Neuquén.
Pistola 9 milímetros
Fuentes policiales informaron que el sujeto es oriundo de
Centenario y portaba una pistola 9 milímetros, que según
se indicó, por el tipo de numeración, pertenecería
a la Policía de Río Negro.
La trágica escena delictiva ocurrió alrededor de las
23 en una vivienda del barrio Sarmiento.
Según el relato de las víctimas a la Policía,
a esa hora el matrimonio se disponía a cenar cuando llamaron
a la puerta, en momentos en que la mujer servía la cena y el
propietario adobaba un lechón en el fondo del patio y utilizaba
un cuchillo carnicero de unos 30 centímetros de largo.
La mujer que atendió al desconocido, habría sospechado
y no quiso recibirlo, porque según indicaron las fuentes, “le
causó una mala impresión”. A los 15 minutos, el
matrimonio jubilado escuchó nuevamente golpes de manos, aunque
esta vez al observar desde la ventana, nadie se encontraba en la vereda.
Repentinamente sintieron que alguien golpeaba la puerta de la cocina,
en la parte de atrás de la vivienda, y pensando que se trataba
del “inquilino del fondo”, el hombre abrió la puerta
sin vacilar.
Encapuchado
Encapuchado y con guantes el delincuente acorraló a la mujer,
y con una rodilla en su pecho y apuntándola en la cabeza le
exigió que se callara. Los gritos de desesperación alertó
al marido, quien acudió en su auxilio y sin dudar le asestó
una certera apuñalada.
Atacada por una crisis nerviosa, la mujer tomó la tapa de una
olla de cocina y repetidamente golpeó el cráneo del
delincuente.
Los investigadores creen que el sujeto no actuó solo en el
asalto, ya que tirado en el suelo balbuceó el nombre de una
persona. La causa la está investigando el Juzgado de Instrucción
Uno, a cargo de Héctor Rimaro.
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