Para captar la intención de
voto de los hispanos, republicanos y demócratas lanzaron sus
campañas: «Abriendo caminos» y «Oportunidades»,
respectivamente.
Neuquén > Las
elecciones presidenciales en Estados Unidos se han convertido en una
batalla campal y no es dato menor cuando de ella depende la política
exterior futura del país más poderoso del planeta. Las
encuestas aún no definen ganador y, como consecuencia, tanto
George W. Bush, el presidente republicano que busca su reelección,
como John Kerry, el candidato demócrata, se están disputando
franjas de electores. Una de ellas es el voto latino, el bastión
de los opositores y la primera minoría del país.
Los datos del último censo indican que la población
latina en el país del norte suma 38,8 millones, dos millones
nuevos de potenciales votantes en relación a las elecciones
anteriores. Su influencia se siente especialmente en estados como
Florida, New York, Illinois, Texas, California y New Jersey, los cuales
cuentan con 181 de los 270 votos que se necesitan para obtener la
presidencia en el Colegio Electoral. Como consecuencia, los analistas
políticos de Washington estiman que éste podría
ser el año en que los hispanos decidan el resultado de las
elecciones presidenciales.
Las estrategias
Los últimos sondeos de opinión muestran que, entre los
votantes hispanos, Kerry aventaja a Bush en una relación de
dos a uno. Si la elección se dirimiese hoy, el 60 por ciento
de los electores latinos votaría al candidato demócrata,
mientras que sólo el 30 por ciento lo haría por el republicano.
Pero hasta noviembre queda un largo camino que los aspirantes a presidentes
planean transitar sumando votos de este electorado.
Los republicanos anuncian en su página web una iniciativa denominada
“Abriendo caminos” la cual funciona como portal del partido
para exaltar las pretendidas acciones del presidente en favor de los
latinos. Además, como en el 2000, utilizan el “Proyecto
líder de equipo” en el que los portavoces de la Administración
Bush informan a las comunidades hispanas sobre las propuestas legislativas
republicanas para ayudarlas. A esto se suma el comercial televisivo
en español, de reciente aparición, llamado “Nuestro
país, nuestro presidente”.
La estrategia demócrata, por su parte, incluye reuniones cumbres
de líderes hispanos y el plan “Oportunidades” donde
la fórmula Kerry-Edwards ofrece crear 10 millones de nuevos
empleos, el apoyo a pequeñas empresas pertenecientes a hispanos,
más educación, aumentar el sueldo mínimo y un
paquete completo de recortes contributivos. El plan no es casual si
se toma en cuenta que, de acuerdo a las encuestas, entre los temas
más importantes para los latinos a la hora de elegir presidente
están la economía y el empleo (33%), en primer lugar
y la educación (18%), en segundo.
¿Votantes?
Entre 1980 y 1990 la comunidad de origen latino en Estados Unidos
creció un 54 por ciento y, según las proyecciones de
la Oficina del Censo, en 2050 serán 102,6 millones, un 25 por
ciento del total de la sociedad estadounidense. Pero en las pasadas
elecciones, del 57 por ciento de votantes hispanos registrados, sólo
el 45 por ciento sufragó. Y hay decenas de miles con derecho
a voto que no están registrados.
El caso paradigmático es el estado de Arizona, donde de 1,3
millones de latinos, poco más de 350 mil están registrados,
el 16 por ciento del total.
En 2000, George Bush ganó sobre el candidato demócrata
Al Gore por sólo 537 votos en Florida, estado que aporta 27
votos al Colegio Electoral, cuenta con más de 800 mil votantes
hispanos con mayoría cubana y es gobernado por Jed Bush, hermano
del presidente. En su documental Farenheit 9/11 recientemente estrenado,
Michael Moore denuncia artilugios electorales de la familia Bush para
evitar que pudiese votar gran parte del electorado latino de Florida.
El valor de los votos
Los latinos de Estados Unidos son un país en sí mismo
en cantidad de habitantes. Pero también lo son por su peso
económico. Su poder adquisitivo es de 700 mil millones de dólares,
un valor similar a la capacidad de compra de la mitad de América
Latina.
La participación de los latinos en el mercado de consumo estadounidense,
que era de poco más del 5 por ciento en 1990, se duplicará
en 2008 en un crecimiento sin precedentes entre las diversas comunidades
del país.
Las remesas de los hispanos también influyen en las economías
de sus países de origen adonde envían anualmente 30
mil millones de dólares, una cantidad de dinero superior a
la ayuda bilateral y a las inversiones directas, según una
investigación del Banco Interamericano de Desarrollo.
Proporciones
A pesar de su importancia numérica y monetaria y del valor
que sus votos tendrán en las próximas elecciones, aún
no se vislumbra el día en que la comunidad latina estadounidense
tenga una representación política real y proporcional
en el gobierno de la primera potencia del mundo.
Para Luis Felipe Vargas, uno de los primero exiliados cubanos , la
campaña electoral se resume de forma sencilla: “Vamos
a verlos besando viejitas, visitando enfermos o alzando niñitos
en busca del voto hispano para que todo siga igual en nuestros países
y en Estados Unidos”.
Todos quieren sus votos
Los latinos
ya no son el bastión demócrata. El 26% se define independiente
y los republicanos intentan seducirlos.
En la última elección George Bush obtuvo el
35 por ciento de los votos latinos, cifra superior al 21 por ciento
obtenido en 1996.
Neuquén >Históricamente, la comunidad
latina de Estados Unidos fue el bastión del Partido Demócrata.
Sin embargo, en las elecciones del 2000, George Bush obtuvo el 35
por ciento del voto latino, un porcentaje muy superior al 21 por ciento
que había obtenido el candidato republicano Bob Dole en 1996.
Por su parte, los comandos de campaña toman muy en serio el
hecho de que muchos de los votantes hispanos se sienten cada vez menos
inclinados a identificarse como demócratas. De hecho, en las
encuestas, un 26 por ciento se consideró independiente.
Divididos
“Los republicanos consideran el voto latino crucial en la elección
presidencial”, recalcó Nicole Gillemard, directora de
extensión en el Comité Nacional Republicano de Washington.
Pero los hispanos están divididos en relación a las
medidas de la Administración Bush que les competen directamente.
Ante la propuesta presidencial de dar permisos de trabajo a los trabajadores
temporales en Estados Unidos, el 42 por ciento se manifestó
a favor y el 20 por ciento en contra. Pero la oposición se
duplicó cuando se les dijo a los encuestados que los trabajadores
temporales deberían volver a sus países de origen en
un término de tres a seis años.
Por otro lado, el tema en que el actual presidente encontró
mayor respaldo del electorado latino fue cuando se le preguntó
acerca de la lucha contra el terrorismo: el 54 por ciento dijo aprobar
la forma en cómo Bush estaba manejando la campaña, mientras
que el 38 por ciento se manifestó en contra.
En lo que respecta a la guerra en Irak, los latinos son menos partidarios
de ella que la población general de Estados Unidos. También
se muestran menos entusiasmados con la reelección de Bush,
con sólo el 36 por ciento a favor, que el resto de la sociedad
estadounidense.
En los laureles
Mientras tanto, Nelson Reyneri, director de Extensión Hispana
en el Comité Nacional Demócrata, admitió que
su partido “no puede dormirse en los laureles” y que pretende
ampliar el 62 por ciento del voto latino que ganó Al Gore en
su competencia contra Bush en el 2000. Para esto, plantean una estrategia
electoral con vistas a ganar votos hispanos bajo el lema “Juntos
podemos”. ¿Podrán?
Datos en español
Se incrementó un 13 por ciento los votantes latinos respecto
del año 2000.
Hay cerca de 2 millones de nuevos votantes hispanos.
Entre el 10 y el 12 por ciento de los electores de Arizona, Florida,
Nuevo México, Nueva York, California, Illinois, Texas y Nueva
Jersey, hablan español.
Entre 1980 y 1990, la comunidad latina creció un 54 por ciento
y está duplicando su número cada dos décadas.
Aproximadamente 70 mil jóvenes hispanos votarán por
primera vez.
Caso Elián: un factor decisivo
Neuquén
> El pequeño Elián González, hijo
de cubanos que se fugó de su país acompañando
a su madre en 1999 fue un factor determinante en las últimas
elecciones norteamericanas, en donde George Bush resultó electo
gracias a los votos de los habitantes del sureño estado de
Florida, destino de miles de balseros cubanos que escapan de su país.
Allí la comunidad cubana, férrea opositora al gobierno
de Fidel Castro retuvo a Elian a pesar de que su padre, único
pariente directo vivo, quien reclamaba su tenencia. En territorio
Norteamericano parientes cubanos clamaban por el chico de 8 años
quien fue inscripto en una escuela norteamericana y cooptado por sus
compatriotas que entendían que Elian debía permanecer
en Estados Unidos y no volver «al infierno del dictador».
El entonces presidente Clinton, determinó rescatar al chico
de las manos de los «renegados» y devolverlo a su padre
antes que el escándalo internacional por el secuestro siguiera.
El 28 de Junio Elián volvió a Cuba.
Florida es un mapa de difícil lectura para los candidatos.
Por otra parte Bush, un sureño de pura cepa y ex gobernador
de Texas, cuenta con peso electoral propio en su estado y en otros
con el país limítrofe que más votantes latinos
aportará a esta elección: México.
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