En la Franja de Gaza sepultaron a los palestinos asesinados por el Ejército
israelí.
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Tel Aviv (Ansa) > El primer
ministro israelí, Ariel Sharon, ratificó ayer su plan
de retiro de Gaza para 2005 pese a la gran manifestación de rechazo
realizada el domingo, mientras enfrenta a la vez movimientos, incluso
en su partido, contra el proyecto de formar gobierno con la oposición
laborista.
En ese contexto de confrontación política, el Ministerio
de Defensa completó ayer el nuevo trazado del muro de separación
en Cisjordania, a pedido de la Corte Suprema, en tanto la violencia
cobró la vida de dos palestinos en la Franja de Gaza.
Después de una manifestación que reunió ayer a
130 mil personas que rechazaron su iniciativa, Sharon declaró
hoy: «Estoy decidido a avanzar con mi plan de retiro, porque es
obvio que Israel no puede quedarse eternamente en la Franja de Gaza».
La concreción del plan depende en gran parte de un acuerdo con
la oposición laborista para formar un gobierno de unidad, una
perspectiva que causa rechazo en sectores del partido del primer ministro,
el derechista Likud.
La manifestación del domingo, una cadena humana que se extendió
90 kilómetros entre la Franja de Gaza y el Muro de los Lamentos
en Jerusalén, conformada principalmente por colonos y adherentes
a grupos ultra religiosos y de extrema derecha, contó también
con la presencia de varios diputados del Likud, y ese es el aspecto
más inquietante para el primer ministro.
Después de la marcha, 18 de 40 diputados de ese partido se reunieron
en Tel Aviv con el ministro de Exteriores, Silvan Shalom, para expresar
rechazo al proyecto de gobierno de unidad con los laboristas.
Shalom es candidato firme a perder esa cartera si Sharon logra el acuerdo
con los laboristas, cuyo líder máximo, Shimon Peres, será
en ese caso nombrado canciller.
El primer ministro encabeza un gobierno en minoría, con 59 de
120 diputados, desde que sus aliados de derecha extrema abandonaron
la alianza para rechazar el plan de retiro de Gaza.
Una coalición con el Partido Laborista puede darle otros 19 votos
en el legislativo, pero abrirá a la vez la posibilidad de pérdidas
en el bloque del Likud.
Simultáneamente, Sharon buscó reacercamientos con los
ultraortodoxos.