Buenos Aires (Télam) >
Un carnicero que mató con disparos de carabina a uno de los dos
ladrones que lo asaltaron el viernes en su local de la localidad bonaerense
de San Miguel Oeste, fue liberado por la justicia que acreditó
que se trató de un caso de legítima defensa, informaron
fuentes judiciales.
Tras interrogar al carnicero, y evaluar dichos de testigos y primeros
peritajes balísticos, el fiscal de San Martín Miguel Gragnoli,
entendió que el comerciante debía quedar en libertad porque
actuó en un caso de legítima defensa.
El fiscal evaluó que «el carnicero sufrió una agresión
suficiente» para disparar contra los asaltantes.
De acuerdo con la investigación judicial, tras ser asaltado,
el carnicero se armó con una carabina de su abuelo y salió
de manera inmediata a perseguir a los ladrones.
Gragnoli acreditó que a 50 metros del comercio y apenas iniciada
la persecución, el carnicero les gritó a los ladrones
que le devolvieran el dinero que le habían robado.
Entonces, de acuerdo con dos testigos clave del caso, uno de los delincuentes
se detuvo, giró y disparó contra el comerciante, quien
se defendió con su carabina, efectuando disparos.
Uno de los disparos que hizo el comerciante impactó en un brazo
de un ladrón y otro en el cuello, lo que le ocasionó la
muerte a 200 metros del lugar, en tanto, el cómplice huyó
herido y se subió a un auto donde lo esperaba un tercer integrante
de la banda.
También se comprobó que el arma calibre 22 con la que
atacaron al carnicero se la llevó el asaltante herido.
Además se determinó que durante el asalto a la carnicería,
uno de los ladrones amenazó con asesinar a una niña de
cuatro años, hija del comerciante, e incluso le colocó
un arma en la cabeza.