Algunos se apresuraron a borrarlo
de la lista de los grandes candidatos, pero mientras haya brasileños
en una cancha, jamás está dicha la última palabra.
Lima > Brasil, con un equipo “B”,
sumó ayer un nuevo galardón a su inacabable lista de
éxitos, al ganar por séptima vez la Copa América
en una final de infarto frente a Argentina.
Y la Copa terminó con el suspenso y la emoción que merecía.
A segundos del final el triunfo era para Argentina por 2-1, pero Adriano
igualó en la última jugada y forzó una definición
de penales que se tornó verdeamarilla. Como hace cuatro días
en la semifinal con Uruguay, como hace diez años en el Mundial
de Estados Unidos.
En los 90 minutos, Argentina estuvo mejor. Sobre todo en el primer
tiempo, los rioplatenses, que ganaban por 1-0, hicieron incluso méritos
para ampliar la diferencia. Pero ya es un lugar común decir
que en el fútbol no se gana con merecimientos, y la genialidad
de Adriano forzó la vía de los tiros desde el penal,
en la que los “garotos” fueron mejores.
Siempre candidato
Cuando Brasil llegó a la Copa sin sus principales estrellas,
algunos se apresuraron a sacarlo de la baraja de candidatos. Craso
error. La historia demuestra que mientras haya brasileños en
la cancha no hay nada dicho. Argentina fue más, y no sólo
hoy sino quizás a lo largo del torneo, pero el título
se va para la vitrina de sus archirrivales.
Así, con Brasil como monarca y Adriano como ídolo mayor,
termina una Copa América que deja un buen sabor, con fútbol
ofensivo, aparición de nuevos valores, momentos de emoción
y con las dos locomotoras del balompié sudamericano recuperando
tal función.
La Copa América les deja, también, varios nombres para
el recambio como Adriano, Luis Fabiano o Julio Cesar.
El emperador Adriano
Lima >
Tiene nombre de emperador, pero es el rey. Como se veía
venir, Adriano se consolidó ayer como el mejor jugador de la
Copa América Perú 2004 y creó las condiciones
para que se equipo se quedara con el cetro.
Ahora, es campeón de América. Y parece hecho para ganarlo
todo.
Siete goles, más del doble que sus inmediatos seguidores en
la tabla de artilleros, llevan su sello, aunque el gol de ayer valga
por todos los anteriores.
Para Parreira fue una revancha
Lima >
Carlos Alberto Parreira, entrenador del seleccionado brasileño
de fútbol, asumió ayer la conquista de la Copa América,
por tiros penales, como una revancha frente a lo que consideró
actitudes provocativas de los jugadores argentinos. «Nadie salta
así con el fútbol brasileño», dijo Parreira
en especial referencia a la forma en que el delantero argentino Carlos
Tevez pisó la pelota en los minutos finales del partido, cuando
el equipo orientado por Marcelo Bielsa se imponía por 2 a 1.
«Quiero ver qué les hace gracia ahora», preguntó
en voz alta el técnico brasileño.
«Los jugadores brasileños dieron una demostración
de voluntad, de determinación. En ningún momento se
desanimaron. Y por eso fueron premiados con el gol al final»,
dijo el verborrágico entrenador.
Parreira comentó que la conquista del título «es
un momento único, el objetivo que se buscó y se consiguió».
«Esta selección tiene un futuro maravilloso. (Los jugadores)
son titulares en sus equipos y ahora se están afirmando en
la selección», dijo el entrenador.
Por último consideró que «el empate a unos segundos
del final es merecido para el equipo», dijo el seleccionador,
tras señalar que la conquista de la Copa América es
«importante».
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