Neuquén > Los vecinos
de Rincón de Emilio están en alerta. La planta de tratamiento
de líquidos clocales que atiende las necesidades del barrio se
encuentra saturada y la cooperativa que presta el servicio –conformada
por ellos mismos- no tiene los medios para garantizar una ampliación
de la infraestructura o la construcción de una planta elevadora
que permita que los desechos lleguen a la planta de Tronador.
En el barrio hay cerca de 600 familias y hace casi dos años se
aprobó un nuevo loteo, sin el servicio de cloacas, por lo que
el problema tiende a agravarse.
Quienes viven en cercanías de la planta ya comienzan a sentir
los primeros efectos: los olores nauseabundos. Aunque aseguran que el
peor riesgo es que parte de los líquidos comiencen a vertirse
al río Neuquén sin ningún tratamiento.
En Rincón de Emilio, el servicio de agua potable y de red cloacal
es prestado por una cooperativa que los propios vecinos conformaron
cuando se habilitaron los primeros planes de vivienda.
Ayer el concejal Carlos Di Camillo, presentó un pedido de comunicación
al Ejecutivo municipal para que se requiera al EPAS información
sobre la existencia o no de algún proyecto para la construcción
de obras de saneamiento destinada al barrio.