Neuquén > Después
de un año y medio de instrumentada la ordenanza que alineó
a la ciudad de Neuquén como “municipio no eutanásico”
y fue gestada para frenar la matanza de canes vagabundos y mordedores,
el diagnóstico realizado por la dirección de Control
de Zoonosis y Vectores, actor principal en la ejecución y aplicación
de esta norma, fue terminante. Su director, Gustavo Bossio, aseguró
que desde que esta norma entró en vigencia, el problema de
los canes en las calles no mejoró en nada. “Cada día
que pasa la problemática se agudiza más. Y hay que tomar
conciencia de esto, porque es un problema de salud pública”,
sentenció Bossio (ver aparte).
“La verdad es que, con o sin dueños, el índice
de perros en las calles es cada vez más alto. La tenencia responsable
de mascotas, de la cual tanto se habló, en la práctica
es insignificante. Y las campañas para que se incremente el
promedio de adopción por parte de la gente, tampoco son efectivas”,
dijo.
Adopciones
Según indicó el subsecretario de Gestión Ambiental,
Juan Carlos Roca, las adopciones computadas desde el 1° de enero
de 2003 no superan las 150.
A fines del año pasado, la proliferación de perros
vagabundos, la resonancia del primer caso de rabia en la historia
de la provincia y más de mil mordeduras de perros registrados
en los hospitales públicos de la ciudad - computadas durante
2003-, pusieron una vez más el problema en el tapete. Es
más, el 3 de noviembre último la subsecretaría
de Salud provincial pidió a los concejales una modificación
de la ordenanza.
En esos días, desde Gestión Ambiental se estimaba
que en la capital provincial había cerca de unos 50 mil perros,
es decir, uno cada cuatro habitantes. Los sectores más problemáticos:
la zona oeste, el barrio Confluencia y Colonia Nueva Esperanza.
“Hay algunos artículos de la ordenanza que merecen
ser revisados bajo un consenso responsable, pero sin volver a la
matanza”, había anticipado entonces el funcionario.
Informe
En la vereda de enfrente, Stella Fantaguzzi, presidenta de la Asociación
Protectora de Animales, respondía que “hay que apuntar
fuertemente a al cuestión de la tenencia responsable, ya
que las cosas no se logran de un día para el otro. Las causas
del problema son la irresponsabilidad de los dueños y la
falta de educación de la sociedad”.
Por el lado del Concejo Deliberante, esta semana el bloque de concejales
del Movimiento Popular Neuquino (MPN) impulsó el primer pedido
de informe pormenorizado sobre el estado de situación del
problema, desde que fuera aprobada la norma (ver aparte).
La concejal Emilce Troncoso reconoció las falencias que
arrastra la aplicación de la norma “no eutanásica”.
No obstante, señaló que uno de los desafíos
es solucionar el marco regulatorio, que calificó de “pobrísimo”.
Complejidad
Conciente de la complejidad del problema, la edil consideró
que pese “a que el subsecretario Roca reconoció que
el área no necesita más presupuesto -como lo confirmó-,
pienso que falta volunta d política para hacer cumplir la
norma”.
El 13 de junio de 2002, cuando el cuerpo deliberativo aprobó
la ordenanza en cuestión, no hizo caso al pedido del Ejecutivo
municipal, que había demandado por lo menos un período
de transición de dos años, antes de ponerla en funcionamiento.
Los concejales sólo dieron un plazo de seis meses y la norma
rige desde el 1° de enero de 2003.
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