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El ministro del Interior,
Aníbal Fernández ratificò que mañana
continuarán las negociaciones con el gobierno de Felipe
Solá. |
Buenos Aires > El ministro del Interior, Aníbal
Fernández, aclaró ayer que «no hay apuro»
en discutir con la provincia de Buenos Aires la nueva ley de coparticipables,
y consideró que se abrió un «canal de diálogo»
entre la administración Kirchner y el gobierno de Felipe Solá.
El ministro indicó además que, de ser necesario, habrá
«una y mil» reuniones para alcanzar un acuerdo.
«No hay que volverse locos», pidió Fernández,
quien sostuvo que la deuda que la Provincia le reclama a la Nación
depende de un acuerdo global por la distribución de fondos.
Indicó, además, que se debe «buscar alguna perspectiva
óptima que beneficie a la Provincia y no perjudique a la Nación».
Además, si bien reconoció que en el encuentro entre
el presidente Néstor Kirchner y el gobernador Felipe Solá
no se alcanzó un consenso, evaluó que «por lo
menos se abrió un canal de diálogo».
Diálogo
Luego de la reunión entre Kirchner y Solá, se anunció
oficialmente que no hubo acuerdo, pero que «el lunes»
continuará el diálogo entre ambas administraciones.
Solá reclama una deuda que, según asegura, tiene la
Nación con la provincia de Buenos Aires, del orden de los
460 millones de pesos, que ya figuran en el presupuesto de este
año del distrito más importante del país.
Aseguró que hay «una deuda que en la charla de ayer
(por el vienes) el propio gobernador reconoce que no es tal»,
porque su negociación depende de un acuerdo «político»,
según señaló.
Desembolsos
Para Fernández, «una vez que se acuerda globalmente
cuáles son las acciones a seguir adelante, a partir de ese
momento uno puede desembolsar una cantidad tan importante de dinero,
si no, sería imposible porque no hay ninguna razón
por qué hacerlo».
«La situación con la Provincia es la que predicábamos
antes de la reunión y es la misma después de la reunión.
Por lo menos se abrió un canal de diálogo que es lo
que reclamábamos antes», indicó Fernández.
El funcionario agregó: «sentémonos no una, mil
veces si es necesario, hasta ver cuál es el punto en donde
nos conviene mirar la mejor forma de trabajar en consecuencia, por
qué hay que volverse locos en esto».
Fernández no descartó futuros encuentros entre «Solá
con el jefe de Gabinete», Alberto Fernández, o entre
los funcionarios «técnicos» de los dos gobiernos.
«Había que empezar a charlar en términos políticos
y poner en claro sobre la mesa todo lo que se estaba diciendo»,
evaluó el ministro del Interior.
Claridad
Además, el funcionario rechazó que la posición
del gobierno de Kirchner esté «en contra de la provincia
de Buenos Aires», al tiempo que se pronunció a favor
de «poner las cosas sobre la mesa y hablar con claridad».
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