Brasilia (ANSA) >
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva aseguró que
«la economía brasileña entró definitivamente
en la ruta del crecimiento», al tiempo que reclamó
al Congreso la aprobación de reformas «para cambiar
la base de inversiones en el país».
Tras reiterar que su país va por el camino del crecimiento,
el mandatario admitió que la capacidad de crecimiento “depende
mucho de la capacidad de inversión del estado brasileño”
pero que esa capacidad “vino decayendo a lo largo de los años”,
por lo cual era necesario “apostar por una asociación
con los empresarios” del sector privado para realizar grandes
obras de infraestructura.
El presidente habló durante la firma de contratos del programa
Luz Para Todos.
Las leyes
Lula se refirió a algunas de las reformas que esperan
aprobación del Congreso, como la Ley de Quiebras y el marco
regulatorio de asociaciones entre el sector Público y el
Privado. El proyecto de ley de quiebras introduce nuevas relaciones
entre acreedores y deudores, entre ellas un artículo que
dispone que, en caso de quiebra de una compañía, se
dará prioridad al pago de deudas con instituciones financieras
en detrimento de deudas con el fisco.
La prioridad dada a los bancos es una forma de intentar reducir
el costo del crédito en Brasil, uno de los más altos
del mundo. Analistas creen que la nueva ley puede reducir las tasas
de interés en los créditos al consumidor al facilitar
a los bancos locales cobrar sus préstamos y reducir sus provisiones
por cartera vencida.
El Senado intentaba ayer tratar el proyecto de Ley de Quiebras,
una de las principales reformas impulsadas por Da Silva para modernizar
los instrumentos de recuperación de empresas en dificultades.
Por otra parte, los senadores dieron ayer media sanción a
un polémico proyecto que autoriza a los militares para intervenir
en materia de seguridad pública contra el crimen organizado,
el narcotráfico y el tráfico de armas, señalados
como causa de la ola de violencia en las grandes ciudades del país.
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