Buenos Aires > La
empresa estatal Energía Argentina SA (ENARSA) será
presidida por el actual secretario de Hidrocarburos de Chubut, Exequiel
Espinosa, y en el directorio estarán el economista Aldo Ferrer
y el titular de la Caja de Valores, Luis Corsiglia.
La creación de la compañía aún debe
ser aprobada por el Congreso de la Nación, para lo cual el
Poder Ejecutivo enviará el proyecto esta semana.
Pero, mientras el proyecto recorre el camino del Congreso, el Gobierno
ya avanza en la elección de las autoridades de esa compañía.
Ingeniero de profesión, el nuevo presidente de ENARSA no
tiene carrera política, pero cuenta con varios antecedentes
en el rubro petrolero.
Currículum
Espinosa se desempeñó en el sector privado
en Pérez Companc, en YPF cuando estaba en manos del Estado,
y luego de ser privatizada trabajó en Ecuador, Venezuela
e Indonesia para el grupo Maxus Internacional, compañía
adquirida por YPF cuando era conducida por José Luis Estenssoro.
Hasta el 2003, continuó ya con Repsol-YPF en la Cuenca del
Golfo Pérsico, hasta que fue convocado por el gobernador
Mario Das Neves.
Además, el directorio de ENARSA lo integrarían el
economista del Grupo Fénix Aldo Ferrer, y el presidente de
la Caja de Valores, Luis Corsiglia.
Ferrer, uno de los primeros en apoyar la creación de esta
empresa estatal, dijo que para hacer eficiente a esta empresa se
debe «aprender de la experiencia, porque las empresas públicas
fueron saboteadas desde adentro, en el caso de YPF los préstamos
que tomaba en dólares durante la última dictadura
entraban por una ventanilla y salían para otra empresa».
Resultados
«La desregulación indiscriminada dio resultados
peores, tenemos que aprender de los errores, conviene tener un instrumento
público como esta empresa que se va a crear», señaló
Ferrer en declaraciones a Radio América.
Ferrer estimó que «en el curso de este año la
empresa tiene que estar plenamente operativa» e insistió
en que «la creación de un instrumento de esta naturaleza
es significativa».
«El retiro del Estado en el sector petrolero fue estrepitoso
y complementa el instrumental de que dispone el Estado para conciliar
los intereses en juego», señaló el economista,
ex ministro de Obras Públicas y ex presidente del Banco Provincia.
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