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La marcha paralizó
completamente la ciudad de La Habana, donde el gobierno dio
un día de receso laboral para que todos pudieran participar.
(Reuters) |
La Habana (Reuters) > El presidente cubano,
Fidel Castro, marchó en La Habana al frente de un millón
de cubanos que coreaban “Bush fascista, no hay agresión
que Cuba no resista”, en protesta por las últimas medidas
de Washington contra la isla.
Seis horas tardó en pasar la organizada multitud ondeando
banderas cubanas por delante de la Sección de Intereses de
EE.UU. en el Malecón habanero, mientras los niños
coreaban sin parar consignas políticas por un potente equipo
de megafonía. Antes de comenzar la multitudinaria marcha,
Castro leyó su “proclama de un adversario al gobierno
de EE.UU.”, dirigida al presidente estadounidense, George
W. Bush, al que acusó de tratar de imponer una “tiranía
mundial”.
“Usted no tiene derecho alguno, que no sea el de la fuerza
bruta, a intervenir en los asuntos de Cuba y proclamar a su antojo
el tránsito de un sistema a otro y adoptar medidas para llevarlo
a cabo”, declaró ayer Castro.
Medidas
Tras su alocución, Castro inició la marcha,
con paso cansado y a tramos con la mano izquierda sobre el hombro
de otra persona, y pasó frente a la misión diplomática
norteamericana en medio de fuertes medidas de seguridad.
Para acelerar el fin del gobierno de Castro, Washington anunció
hace una semana un endurecimiento del embargo que mantiene desde
hace más de 40 años sobre la isla, que incluye un
mayor apoyo a la disidencia y una serie de medidas para frenar el
flujo de divisas que llegan al gobierno cubano.
Las visitas de cubano-estadounidenses a la isla fueron reducidas
a una cada tres años y la Casa Blanca anunció un mayor
control para evitar los envíos ilegales de dinero a la isla.
El plan de la Casa Blanca no incluyó una reducción
del monto de remesas que se pueden enviar -la cifra anual de más
de 800 millones de dólares es vital para la economía
cubana-, pero sí limitó su envío a familiares
directos.
Temores
El gobierno cubano asegura que estas medidas, cuyo impacto
económico se desconoce, son una amenaza para el desarrollo
económico del país y respondió esta semana
restringiendo las ventas de productos en dólares y anunciando
una subida de los precios de bienes de consumo y del combustible.
Los cubanos, muchos de los cuales dependen de las remesas de EE.UU.
para comprar productos que sólo se venden en dólares,
se mostraron esta semana preocupados y temerosos de que la isla
retornara a la escases de los años 90 y muchos hicieron colas
en las tiendas que estaban abiertas para abastecerse de aceite,
jabón y productos de primera necesidad.
Según las autoridades, un millón de personas, entre
los que había estudiantes, militares de uniforme y trabajadores
de todos los sectores, participaron en esta masiva marcha.
“Defenderé a mi patria”
La Habana (Reuters) > El presidente cubano,
Fidel castro, acusó a su par estadounidense se no tener moral
para hablar de democracia.
“Es un acto de indignada protesta y una denuncia contra las
brutales, despiadadas y crueles medidas que su gobierno acaba de
adoptar contra nuestro país”, sostuvo Fidel, que caminó
más de un kilómetro vestido con su tradicional uniforme
verde olivo. En un tramo del discurso, Castro aseguró que
en caso de una invasión a su país estará “en
la primera línea para morir en la defensa de mi patria”.
Y subrayó que los cubanos “no se reúnen en gesto
hostil contra el pueblo de Estados Unidos” ni tampoco para
causar malestar a ningun “funcionario, empleado y guardianes”
de la misión diplomática norteamericana.
El presidente aseguró además que Cuba “puede
ser exterminada pero no sometida de nuevo a la condición
humillante de neocolonia de Estados Unidos”.
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