Neuquén > Mientras
el Ejecutivo municipal y el Concejo Deliberante miden fuerzas en la
discusión por la tarifa del transporte público, los
usuarios padecen las deficiencias de un servicio que en las horas
pico se ve completamente desbordado.
Viajar en colectivo en esas franjas horarias puede transformarse en
una verdadera pesadilla. La pretensión de no llegar tarde al
trabajo o a la escuela puede derrumbarse rápidamente cuando
las unidades de Indalo colman su capacidad a poco de abandonar la
cabecera y dejan a centenares de usuarios de a pie, resignados a esperar
el próximo colectivo. La postal se repite a diario en distintos
puntos de la ciudad pero donde más se evidencia es en los barrios
del Oeste. En la franja de 7 a 9 es común ver en los corredores
de San Martín, Belgrano y Antártida Argentina, los grupos
de personas soportando largas esperas antes de poder encontrar lugar
en algún colectivo que los traslade hacia el centro. Si tiene
suerte, el usuario puede viajar aunque no en condiciones demasiado
cómodas, sin espacio para moverse y haciendo malabares cada
vez que el chofer pide –a veces de buen modo, otras no tanto-
“un paso para atrás”.
Los otros horarios críticos son de 11.45 a 13.30 y de 16.45
a 18.30, es decir a la salida de las escuelas primarias y secundarias.
Refuerzos
Con el inicio del ciclo lectivo en el nivel secundario, en las horas
pico el municipio dispuso la implementación de 14 refuerzos
en 8 ramales: Ramal 1 (2 refuerzos); Ramal 5A (2 refuerzos); Ramal
6 (3 refuerzos); Ramal 8 (2 refuerzos); Ramal 9 (1 refuerzo); Ramal
10B (1 refuerzo); Ramal 13 (2 refuerzos) y Ramal 15 (1 refuerzo).
Sin embargo las unidades no dan abasto, pese a que en los ramales
de mayor demanda (8, 6, 9 y 12) existen mayores frecuencias que
el año pasado ya que a esos sectores fueron destinados los
nuevos colectivos que incorporó la empresa.
El director de Transporte, Luis Baca Cau, reconoció que en
los horarios de mayor demanda el sistema se ve desbordado. El lunes
pasado, los inspectores del organismo municipal realizaron un relevamiento
en cinco puntos del oeste y detectaron que en esos lugares –entre
las 7 y las 9- más de 80 usuarios quedaron a pie. La muestra
se hizo en Combate de San Lorenzo y Doctor Ramón; Catriel
y San Martín; Catriel y Belgrano, Beltrán y Cháneton
y Colón y Antártida Argentina.
“El tema no es sencillo porque no podemos sumar más
colectivos, incrementando los costos del sistema, para que trabajen
sólo durante las horas pico”, dijo Baca Cau, remarcando
que en esa franja horaria hay ramales como el 8 –el de mayor
demanda- que “entre las 7.15 y las 7.40 tienen una frecuencia
cada 4 minutos”.
Sostuvo que la saturación se explica también a partir
de la mayor cantidad de personas que utilizan el servicio. En febrero
de este año, la demanda aumentó un 15% con respecto
al mismo mes de 2003, pasando de 1.021.000 pasajeros mensuales a
1.180.000.
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