Londres (Reuters) >
Cinco británicos que estuvieron encarcelados durante más
de dos años en la base militar estadounidense de Guantánamo,
Cuba, partieron de regreso a Gran Bretaña.
Los cinco, presos desde fines del 2001 o inicios del 2002 junto a
más de 600 presuntos combatientes del Movimiento Talibán
o Al Qaeda, debían aterrizar en la base militar Northolt, cerca
de Londres. La policía británica inmediatamente se encargará
de la custodia del grupo, pero si decide que no hay un caso bajo las
estrictas leyes antiterroristas británicas, podrían
ser liberados en cuestión de días, señalaron
fuentes legales.
«No puedo sentirme feliz todavía porque no sé
qué va a suceder», dijo por teléfono desde su
casa en Manchester Sharon Fiddler, hermana de uno de los cinco, Jamal
al Harith.
Al confirmar la partida del grupo desde la base en la costa suroccidental
de Cuba, el Pentágono dijo que Gran Bretaña había
accedido a «tomar la responsabilidad de asegurar que los detenidos
no representen una amenaza de seguridad a Estados Unidos o a nuestros
aliados».
Definiciones
Aunque los partidarios del primer ministro Tony Blair dicen que
el regreso de los detenidos muestra los beneficios de las relaciones
cercanas con el gobierno del presidente de Estados Unidos, George
W. Bush, los analistas consideran que la situación de Guantánamo
no representa ninguna ganancia política para Blair.
Si los cinco hombres son encausados en Gran Bretaña, indicaría
que los estadounidenses tenían razón al detenerlos,
lo cual destruiría la percepción de que Londres habían
corregido una injusticia estadounidense, dicen los expertos. Si
son liberados, mostraría que los estadounidenses no tenían
fuertes argumentos en contra de ellos, y la gente querrá
saber por qué demoraron tanto en regresar a Gran Bretaña.
Aún quedan cuatro británicos detenidos en Guantánamo.
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