Neuquén > Una
matrimonio y sus tres hijos que fueron atacados a tiros de escopeta
por una patota de malvivientes, salvaron sus vidas en forma casi milagrosa.
La familia, domiciliada en la manzana O casa 13 del barrio Belén
eran amenazados permanentemente por los sujetos que viven a pocos
metros de la casa.
Uno de los individuos fue detenido en las inmediaciones por la Policía
y se secuestró una de las armas utilizadas para disparar contra
la vivienda.
El agresor, que tendría 20 años, se encuentra preso
en la Comisaría ubicada en el barrio Gran Neuquén Norte
y sería indagado hoy por el juez de turno, Héctor Rimaro.
Angustia
Por otra parte, la propietaria de la casa, anticipó que concurría
hoy al juzgado para pedir ayuda. Dijo que «no sabemos que
puede ocurrir con esta gente y nosotros queremos vivir en paz».
El matrimonio y sus tres hijos soportaron varias horas de angustia
y desesperación. Dos mujeres de 16 y 15 años y un
menor de 11 años, se ocultaron en los dormitorios, mientras
los individuos se movilizaban armados por la parte exterior de la
casa.
La dueña del inmueble, Rosa Luján, informó
a La Mañana de Neuquén que los jóvenes buscaban
a su esposo para matarlo y que, aproximadamente a las seis de la
mañana del sábado, llegaron hasta la puerta de la
casa y, a los gritos, pedían que saliera a la calle su marido,
Aníbal Gabino Morales.
Agregó que, desde el interior, les contestó que no
estaba y observó que los tres llevaban escopetas recortadas,
por lo que no tiene dudas de que intentaban asesinarlo.
Comentó que mataron a dos de los perros y que se paseaban
por el acceso y fondos de la casa con total impunidad.
La mujer denunció que desde las 05.10 de la mañana
se comunicaba telefónicamente con la Comisaría 18,
pidiendo ayuda e informando donde se ocultaban los agresores y que
les respondían que no había personal y tampoco vehículos.
Afirmó que los sujetos dispararon contra la casa en tres
oportunidades y que destruyeron los vidrios de la puerta de ingreso,
mientras que «nosotros llamábamos por teléfono
a la comisaría 18».
«En el barrio casi todos los conocemos y también la
policía sabe quienes son y donde viven».
La mujer señaló, finalmente, que los movimientos de
la familia eran controlados por un vehículo Ford Falcon color
gris y que también son seguidos en todo momento. |