Buenos Aires (Télam)
> El ministro de Economía, Roberto Lavagna, se reunirá
hoy con el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI),
Horst Köhler, con el objetivo central de definir claramente las
metas cualitativas y cuantitativas de la segunda revisión del
acuerdo y el «marco subjetivo», que incluye el pedido
de «buena voluntad» que efectuaron ayer los países
del Grupo de los 7 (G-7).
En medio de un clima de tensión con los acreedores privados,
Lavagna busca evitar sorpresas en la segunda revisión de las
metas del acuerdo que los técnicos del Fondo deben comenzar
a mediados de mes en Buenos Aires y, por eso, respondió al
convite de Köhler para despejar todas las dudas que puedan surgir
en torno al acuerdo firmado con el organismo multilateral de crédito.
El ministro partió el sábado hacia Miami para entrevistarse
con el director gerente del Fondo Monetario, quien se encuentra en
esa ciudad luego de participar de las reuniones de los ministros de
Economía y Finanzas de los países más industrializados
del mundo, reunidos en el Grupo de los Siete (G-7).
Reclamo
Precisamente de ese encuentro del G-7, cuyos países miembros
concentran un porcentaje mayoritario en la votación del Directorio
del Fondo Monetario Internacional, salió el sábado
un pedido en el que sostuvieron que «la Argentina debería
involucrarse constructivamente con sus acreedores para lograr un
alto porcentaje de participación en la reestructuración
de la deuda».
La mención del caso argentino fue un tema secundario en las
negociaciones del G-7, aunque de suma importancia, y reflejó
en definitiva lo mismo que días atrás varios funcionarios
de gobiernos de los países centrales reclamaban bajo el eufemismo
de «negociar con buena fe».
Fuentes del Palacio de Hacienda explicaron que la intención
de Lavagna es entonces poner en blanco sobre negro la situación
de cumplimiento de las metas acordadas con el organismo (el gobierno
asegura que están sobrecumplidas) y fijar el marco subjetivo
para esa discusión que debería terminar con la aprobación
de la revisión antes del 9 de marzo.
Presión
En esa línea, las naciones del G-7 dejaron trascender que
si no ven avances en las negociaciones de la deuda con los privados,
no aprobarán a mediados de febrero la segunda revisión
de las metas acordadas en septiembre pasado en Dubai.
De ser esto así, Argentina debería pagar de sus reservas
3.100 millones de dólares que vencen con el organismo para
no caer en cesación de pagos, alternativa que el propio presidente
Néstor Kirchner desestimó al asegurar que no se pagará
con las reservas si antes no existe la certeza de que el FMI le
reintegrará el dinero.
Es por eso que el Palacio de Hacienda quiere saber con claridad
cuáles serán las pautas adicionales que los técnicos
del Fondo traerán a Buenos Aires, y pretende establecerlas
claramente con la máxima autoridad del organismo. |