Buenos Aires >
El reducidor de autos Carlos Telleldín integró la
conexión local del atentado a la AMIA porque su perfil era
«absolutamente funcional al plan terrorista» y podía
«garantizar el anonimato de sus ocasionales socios»,
afirmó ayer el fiscal José Barbaccia.
El representante del Ministerio Público llegó a esa
conclusión en la segunda jornada de alegatos que expone la
fiscalía en la etapa final del juicio oral y público
por el ataque contra la mutual judía.
«Carlos Telleldín no había sido elegido al azar
para este crimen; se trataba de una persona que sabía manejar
la impunidad en el submundo de la corrupción policial de
la provincia de Buenos Aires», remarcó Barbaccia con
respecto al acusado de entregar la camioneta con que se voló
la AMIA.
«No fue elegido porque sí, sino porque sabía
respetar el código de silencio (que aún hoy respeta),
se sabía mover en el delito y garantizaba el anonimato de
sus ocasionales socios», agregó.
Funcional
Para el fiscal, el perfil de Telleldín «era absolutamente
funcional al plan terrorista y por ello se encargó de ocultar
cualquier dato que permitiera su correcta identificación»
en caso de ser atrapado por el atentado.
Barbaccia reseñó todas las versiones que dio Telleldín
acerca de la venta de la camioneta (a libaneses, a coreanos, a un
centroamericano) y remarcó que «después de un
año empieza a filtrar la participación de la Policía
Bonaerense en el ataque», en el que están acusados
de intervenir cuatro ex efectivos.
«Ninguno de los acusados está sentado en la sala por
casualidad, producto del azar o como prenda a una disputa política.
Las pruebas son concretas, objetivas y su interpretación
razonada», subrayó.
El funcionario concluyó que «Telleldín y sus
socios en este crimen no son culpables porque mienten, sino que
mienten porque son culpables, porque reconocer la verdad implicaría
involucrarse directamente como partícipes de esta masacre».
Tras culminar el alegato a cargo de Barbaccia, el encargado de seguir
apuntando contra Telleldín fue el fiscal general Miguel Angel
Romero, quien ahondó en la «personalidad mentirosa»
del principal imputado.
Cuando Romero estaba por concluir con su exposición, el defensor
oficial Víctor Valle, abogado del ex policía bonaerense
Raúl Ibarra, sufrió un ataque de hipertensión
y el Tribunal Oral Federal 3 decidió suspender el juicio
hasta el martes próximo.
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